Por Robiel Vega
Tras el cierre de las cortinas de los juegos olímpicos de Tokio 2020, es un excelente momento para hacer una recapitulación de los hechos más destacados de la actuación de los nuestros en el deporte que mejores dividendos le dejó a la delegación cubana, con un total de 4 medallas de oro y una bronce.
Por muchos motivos, el desempeño de los miembros del equipo de boxeo se puede considerar de histórico, comenzando por un hecho, que todos pasamos por alto y que es realmente impresionante: cuando Roniel Iglesias se subió al ring a su primer combate contra el japonés Okasawa, se convirtió en el único boxeador cubano que ha participado en 4 juegos estivales en toda la historia, algo que, por diferentes razones, políticas, migratorias o deportivas, ningún otro púgil de la isla había logrado conseguir.
Sobran los ejemplos: Teófilo Stevenson en 1984 hubiera podido alcanzar, incluso, su cuarto oro olímpico; algo parecido ocurrió con Félix Savón, pero en 1988, cuando debió ganar su primera corona bajo los cinco aros; en ambos casos, condiciones políticas ajenas al deporte privaron a estas dos leyendas de hacer su historia mucho más rica e inalcanzable.
Existen otros casos de boxeadores que pudieron llegar a los 4 juegos olímpicos, incluso 5, de no haber decidido a emigrar del país y seguir su carrera en el boxeo profesional. El caso más elemental es Guillermo Rigondeaux, quien con 40 años (próximo a los 41) aún se mantiene activo y con 20 se hizo de su primera corona olímpica en Sidney 2000.
El santiaguero abandonó Cuba en 2007, cuando era un oro seguro para Beijing 2008, después de haber repetido la corona en Atenas 4 años antes. Creo que no es descabellado pensar que este fenomenal atleta, de haberse mantenido en Cuba, hubiera participado en Londres, o incluso, hasta en Río 2016, pero lo cierto es que eso nunca ocurrió.
Es evidente que se necesitan muchos factores para que un boxeador logre una carrera longeva y mucho más, a un nivel tan alto como para, en un país donde los boxeadores se dan en grandes cantidades, hacer el equipo olímpico durante cuatro ciclos. Este simple hecho habla de la enorme calidad del pinareño.
Ahora, si a esos años sobre el encerado, le sumamos que, en esos 4 juegos olímpicos obtuvo tres preseas, dos de ellas doradas y que en la única ocasión que fue eliminado se coló entre los 8 mejores, pues entonces estamos hablando de un púgil realmente excepcional.
Cuando se hable de Roniel Iglesias hay que mencionar su entrega, dedicación y sobre todo, capacidad de recuperación, porque cuando todos daban su carrera por muerta, se aparece en Tokio con su mejor demostración en cualquier evento que haya participado y logrando subir, 9 años después, a lo más alto del podio olímpico.
Roniel, en sus 4 participaciones, subió al encerado en 15 ocasiones, saliendo victorioso en 13 de ellas, un resultado realmente impresionante. Aquí, en la capital nipona, venció en 4 peleas, las tres últimas por votación unánime, sólo la primera, ante el local Sewon Okasawa, culminó 3-2, demostrando el dominio en su división de punta a punta del torneo.
El pinareño, junto a su coterráneo Lázaro Álvarez, se convirtieron en triple medallistas olímpicos, algo que nunca se había logrado una misma edición, puesto que, hasta éste momento, sólo lo habían conseguido dos leyendas del boxeo amateur separadas en el tiempo; Félix Savón, en el año 2000 y 20 años antes, el gran Teófilo Stevenson.
También formó parte del trío de bicampeones olímpicos cubanos de Tokio (Arlen y Julo César lo acompañaron), también un hecho, si bien no inédito, si muy difícil de lograr, pues sólo una vez, en 1996, con Héctor Vinent, Ariel Hernández y Félix Savón, se había conseguido.
Para concluir, les dejo un resumen de los principales títulos de Roniel Iglesias, a modo de homenaje por la carrera de este gran y no muchas veces reconocido, peleador cubano, cuya trayectoria está entre las más grandes de la historia del boxeo cubano:
- Campeón Olímpico en Londres 2012 y Tokio 2020
- Bronce Olímpico en Beijing 2008
- Campeón Mundial en Milán 2009
- Subcampeón Mundial en Hamburgo 2017
- Campeón Mundial Juvenil en Agadir 2006.
- Campeón Panamericano en Guadalajara 2011 y Lima 2019
- Subcampeón panamericano en Toronto 2015
- Campeón del Campeonato Panamericano de Boxeo de México 2009 y Tegucigalpa 2017
- Bronce del Campeonato Panamericano de Boxeo de Río de Janeiro 2006.
- Campeón Centroamericano en Veracruz 2014 y Barranquilla 2018.
- Campeón Nacional en 2005, con apenas 16 años, siendo seleccionado el boxeador más combativo del evento. Ese mismo año ganó también el Giraldo Córdova Cardín.
- Bronce Nacional en 2006 y seleccionado mejor atleta juvenil del año.
- Subcampeón Nacional y del Córdova Cardín en 2007, perdiendo ante Yordenis Ugás en ambas finales.
- Campeón Nacional en 2008 y subcampeón en 2009, volviendo a perder contra Yordenis Ugás.
- Campeón Nacional de manera consecutiva entre los años 2010 y 2018, alcanzando 11 títulos, es, junto a Adolfo Horta y Teófilo Stevenson como los segundos con más coronas nacionales, sólo superado por Félix Savón con 13.
En Series Mundiales participó en 5 ediciones:
En 2014, donde alcanzó 2 victorias sin derrota y se llevó el título con los Domadores. Un año después, logró 4 éxitos con 3 fracasos en el subcampeonato de la Franquicia Cubana. Para el 2016 fue pieza clave en la reconquista del título, obteniendo 5 éxitos y un solo fracaso, incluyendo importantes triunfos en los carteles semifinal y final.
En el nuevo ciclo olímpico, en 2017, en la VII edición de la Serie Mundial, peleó en 6 ocasiones y sólo perdió en su último combate, en el cartel final ante los Lobos de Astaná, donde los Domadores perdieron la corona 6-5. Un año después, terminó invicto en 5 combates, volviendo a ser determinante en la tercera corona de los Domadores, al vencer en sus pleitos de los carteles de semifinal y final. En total alcanzó 21 éxitos en 26 combates, para un 80.7 % de efectividad.
Así concluimos con este artículo homenaje a uno de los no tan mediáticos púgiles cubanos, a veces infravalorado, pero que lega una trayectoria sobre los cuadriláteros muy difícil de igualar. Llegue a Roniel Iglesias, nuestro respeto y admiración.