Por Franco Miguel Alvariño
Con par de ponches en el juego todo parecía indicar una tarde para el olvido de Yoan Moncada. Sin embargo, el béisbol es un deporte tan complicado como mágico y, a veces, nos depara lo mejor para el final. Tal y como sucedió con el cubano que defiende los colores de los Chicago White Sox.
El equipo de la Ciudad del Viento llegó al noveno capítulo con la derrota en el marcador, pues en el mismo primer capítulo, los Reales de Kansas City abrieron el choque con una rayita, luego marcaron dos más en el séptimo. Los locales descontaron en el cierre del quinto y no parecía alcanzarles la gasolina.
Wade Davis fue el hombre encargado de “matar” a los Sox y darle la victoria a los Royals, pero Moncada fue más listo y les cazó una recta cortada a 90 millas y abrirle las puertas del home plate a Tim Anderson.
En definitiva, los Medias Blancas remontaron y dejaron al campo a sus rivales tras derrotarlos 4×3. Moncada (4-1), quien no había producido de hit hasta ese momento, devolvió a la vida a su elenco.
Durante mes de mayo, Moncada acumula 12 indiscutibles, de ellos cuatro dobles como extrabases y siete remolques. Además, ha llegado a la inicial por boleto de libre tránsito en unas nueve ocasiones. De forma general, en la toda la temporada lleva de 133-36, ese decir un promedio ofensivo de .271, así como tres batazos de vuelta entera, todos conseguidos en abril pasado.
Con una trayectoria de seis años en el béisbol de Grandes Ligas, el oriundo de Cienfuegos ostenta 209 remolques, está a uno de los 60 jonrones y a diez de llegar al centenar de tubeyes en la MLB. Desde su llegada a los Medias Blancas de Chicago proveniente del Boston, su carrera dio un giro de 180 grados en cuanto a calidad y oportunidades en la mejor pelota del planeta.