Por Boris Luis Cabrera
Motivados por su inclusión en la preselección nacional, los tres Leones seleccionados se desdoblaron en sus papeles protagónicos remolcando a los suyos a una contundente victoria más allá de los mares, para poder olfatear de cerca el sagrado boleto que les permitirá la entrada al peligroso y maravilloso mundo de los comodines.
Bailando en la casa del trompo, los azules abordaron el barco de los Piratas isleños desde bien temprano y marcaron todas sus carreras en los primeros dos episodios, aprovechando un clima de sol bueno y mar de espumas.
Yordanis Samón sacudió un estacazo de vuelta completa con uno a bordo en la primera entrada que dejó un mensaje claro en cubierta y otro más una entrada más tarde con dos compañeros en las almohadillas, que acabó por destruir el palo mayor de la nave rival, dejando caer al mar la bandera negra de los huesos cruzados.
Minutos antes, el veterano Yoandry Urguellés había disparado un cañonazo a la pradera central con los ángulos congestionados, remolcando un par de anotaciones, que había hecho temblar las sólidas estructuras de sus adversarios.
Del resto se encargó Vladimir Baños, otro de los convocados por la Comisión Nacional, evitando remontadas y manteniendo a raya a los filibusteros durante los siete capítulos que se mantuvo en combate.
El diestro de 36 años, apenas toleró siete imparables, tres de ellos consecutivos a la altura de la sexta entrada cuando le fabricaron una, mientras recetaba tres ponches en todo el trayecto.
Los de casa, sacaron tarde su espíritu guerrero atacando al relevista Eddy Abel Garcia a la hora del conteo de bajas cuando le dispararon sencillo y doble para poner el marcador 7-2, pero el Rey, hasta ese momento apacible dirigiendo las acciones desde la distancia, volvió a sacar su arma secreta para evitar sorpresas sobre el escenario.
Andy Rodriguez, el tercer privilegiado por los Industriales para la preselección del equipo Cuba que tratará de buscar su boleto olímpico dentro de un mes, llegó con la pólvora mojada y permitió una rolata de hit al centro del terreno que puso la pizarra 7-3, pero se despojó rápido de los malos espíritus ultramarinos ponchando a los próximos dos valientes que se pararon en la caja de bateo, para cerrar así el choque con fuegos artificiales.
Con esta victoria, la tropa de Rey Vicente Anglada se afianza en la octavo lugar del torneo a dos juegos completos de los Piratas y dos y medio de los Vegueros de Pinar del Rio, cuando solo le restan siete partidos para finalizar su calendario regular, los que los deja en una posición privilegiada para la lucha por uno de los comodines.