Por Boris Luis Cabrera
Pocos pudieron predecir la clasificación de los Industriales más allá de sus deseos y la tremenda fe en su equipo de pelota. Nadie podía imaginar que en una serie con esta paridad constante desde el primer día del calendario, donde todos los conjuntos contendientes marcharon codo a codo durante los dos primeros tercios del campeonato y teniendo en cuenta las debilidades y el paso intermitente de los capitalinos durante ese espacio de tiempo, pudiera ocurrir un terremoto en la tabla de posiciones de esta magnitud al terminar la temporada.
Hace exactamente un mes, la tropa felina de Rey Vicente Anglada se encontraba en el último lugar del torneo a seis juegos completos del líder Santiago de Cuba.
No bastó la debacle de las Avispas quienes apenas pudieron salir victoriosos en seis de sus últimos 22 desafíos, los azules arremetieron contra sus adversarios y lograron 16 éxitos en 23 presentaciones para hacer la hombrada, meterse de a lleno en los play off y asegurarle a uno de los directores más queridos que ha tenido en su tremenda historia como equipo en Series Nacionales, una despedida como un Rey se merece.
Cuando solo les resta un partido a los Industriales para vencer la etapa clasificatoria, estos se encuentran a solo media rayita del puesto de honor, ocupado por los otros tres elencos que tienen el boleto para la post-temporada, en un abrazo momentáneo que pudiera ser cuádruple, dependiendo de los resultados en la última jornada de competencias.
Si los Leones vencen este miércoles y tienen una división de honores los Toros y las Avispas en su doble encuentro, todos terminarían con 52 triunfos en un final sin precedentes en nuestros campeonatos domésticos, donde los habaneros quedarían en la primera posición al tener un mejor balance en los duelos particulares y tendrían la ventaja de solicitar el refuerzo que más les convenga de todos los disponibles.
La doble victoria de Industriales contra los Elefantes, concretada hace solo unos minutos gracias a un doblete de Stayler Hernández que dejó a sus rivales tendidos en el césped del Latinoamericano, es el colofón de esta hazaña y demuestra una vez más lo peligroso que puede ser este equipo para sus adversarios en momentos tensos y definitorios.
Muchos por pudor lo pueden esconder, se pueden ocultar detrás de cantos de guerras y consignas optimistas, pero la realidad es que nadie quiere cruzarse en el camino de estos muchachos con esa mística que los envuelve y dueños del escenario más temido y perturbador como es ese estadio del Cerro con tantas historias ocultas detrás de sus paredes.
Este jueves vamos a ver el final de la película y conoceremos los pareos para semifinales. Mientras algunos tendrán insomnios y no precisamente por culpa de las fiestas navideñas, los Leones de Industriales dormirán tranquilos por primera vez desde que comenzó la campaña.
Nos vemos en el estadio.