Como todo en el beisbol, los caminos pueden resultar un poco complicados, sin embargo, lo importante es mantener el ritmo y poner en marcha las mejoras que estén a disposición. Dicho esto, Javier Báez se encuentra bajo este proceso, en donde poco a poco su ritmo ofensivo ha dicho presente en los juegos.
La jornada dominical de este 26 de mayo, se inauguró con el choque entre Toronto Blue Jays y Detroit Tigers, bajo los focos del siempre imponente «Comerica Park», en Michigan.
El boricua alineó como octavo en el orden y shortstop, con la misión de aportar su granito de arena en los momentos necesarios para el equipo.
Javier Báez encendió bates de Detroit
Para el momento de su turno en la baja del segundo capítulo, el puertorriqueño compareció en el plato con hombres en las esquinas sin outs y con marcador inmaculado a cero.
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Desde la lomita comandó los envíos el abridor de Toronto, Yusei Kikuchi. Javier Báez por su parte, se enfocó en al menos traer hasta la registradora al corredor de tercera.
Con el conteo en 1-1, Javy decidió comprar un cambio a 85.9 MPH, lo suficiente como para depositar la esférica hasta los profundos confines del jardín izquierdo. La conexión fue lo suficientemente extensa como para que incluso el jugador que corrió en la inicial llegara cómodamente hasta el home.
De esta manera, Báez se adjudicó las carreras impulsadas número 22 y 23 de la zafra con su noveno doble y a su vez, aumentó el score a 2×0. Poco después, pisó el plato tras el imparable de Andy Ibáñez, que abultó la pizarra 4×0.
Hasta ese instante, el boricua estableció su promedio en .208, con 32 imparables, un jonrón, 13 anotadas, OBP de .233 y OPS de .519.
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