Javier Báez define rol con Puerto Rico para Clásico Mundial 2026

Paola García

MLB

Para Javier Báez, Puerto Rico puede no tener el nombre más grande sobre el papel del Clásico, pero sí una identidad basada en acoplarse y jugar juntos.

Para Javier Báez, Puerto Rico puede no tener el nombre más grande sobre el papel del Clásico, pero sí una identidad basada en acoplarse y jugar juntos.

Javier Báez volvió a colocarse en el centro de la conversación rumbo al Clásico Mundial de Béisbol 2026, tras unas declaraciones recientes recogidas por el medio de comunicación Sports Talk PR, en las que abordó con franqueza tanto su posible rol dentro del equipo de Puerto Rico como el debate sobre eventuales adiciones de jugadores con raíces boricuas.

Fiel a su estilo directo, el campocorto boricua dejó claro que su prioridad no es una posición específica, sino aportar al colectivo en el contexto que le toque, por lo que en ese aspecto no habrá ningún tipo de trabas.

Desde su experiencia en eventos internacionales y en Grandes Ligas, Javier Báez reconoció que la ausencia de figuras como Enrique “Kiké” Hernández puede modificar la dinámica del roster y abrir distintos escenarios tácticos para el cuerpo técnico. Sin embargo, lejos de verlo como un problema, lo asume como una oportunidad para ajustarse y sumar desde donde sea necesario.

Javier Báez siempre pensando en el equipo

«El Mago», como se le apoda en las Mayores, fue claro al hablar de su función dentro del equipo nacional. Para el estelar jugador, la clave está en la versatilidad y en la disposición a adaptarse según las necesidades del conjunto. Explicó que la baja de Kiké Hernández representa una diferencia importante, ya que se trata de un jugador capaz de cubrir varias posiciones, tanto en el cuadro interior como en los jardines, algo que él mismo también puede hacer.

«Honestamente, donde yo resuelva, la baja de Kiké hace mucha diferencia. Porque obviamente Kike también puede hacer lo que yo hago, que puede jugar infiel o outfield, pero donde me pongo yo hago lo mejor que pueda y trato de ayudar al equipo en lo que yo pueda», añadió el grandesligas latino.

En ese sentido, Báez subrayó que no se enfoca en dónde jugará específicamente, sino en rendir al máximo en el lugar que le asignen. Su mentalidad es simple, dar lo mejor de sí y ayudar al equipo en todo lo que esté a su alcance. Esa visión va de la mano con el compromiso colectivo que ha caracterizado a Puerto Rico en ediciones anteriores del Clásico Mundial, donde la química y el esfuerzo grupal han sido pilares fundamentales.

El campocorto también dejó entrever que su presencia pasa por el ejemplo y la disposición, más que por imponer roles. Esa actitud encaja con la identidad de un equipo que históricamente ha sabido competir contra potencias del béisbol mundial a base de unión, intensidad y orgullo.

Debate sobre posibles refuerzos y la identidad boricua

Otro de los puntos más llamativos de sus declaraciones fue su opinión sobre posibles adiciones como George Springer, Nolan Arenado y Riley Greene. Javier Báez explicó que, desde su conocimiento personal, ha conversado con algunos de ellos y entiende el dilema que enfrentan. Reconoció que todos sienten un profundo orgullo por tener raíces y familia puertorriqueña, así como agradecimiento por el apoyo que recibe la selección boricua.

«Mira, eso yo que tengo el conocimiento, que he hablado con ellos y y les he preguntado cómo se sienten. Ellos tienen mucho orgullo de tener familia puertorriqueña. De cómo los puertorriqueños nos apoyan a nosotros. A la misma vez también son americanos y también tienen sueños de ellos de representar Estados Unidos», añadió.

No obstante, también señaló que son jugadores estadounidenses, con sueños propios de representar a su país natal, lo que convierte la decisión en algo complejo y muy personal. Javier Báez recordó casos como el de Marcus Stroman, quien representó a Puerto Rico con orgullo, demostrando que no existe una sola manera correcta de vivir esa dualidad cultural.

Sobre Arenado, en particular, comentó que existe una gran posibilidad de que juegue con Puerto Rico, aunque admitió que la decisión final aún no está clara. Incluso destacó la humildad del antesalista, quien no querría llegar a quitarle el puesto a otro jugador, una consideración que habla del respeto dentro del béisbol internacional.

Finalmente, Javier Báez dejó una reflexión que resume su visión del Clásico Mundial: «Puerto Rico puede no tener el nombre más grande sobre el papel, pero sí una identidad basada en acoplarse, jugar juntos y competir como equipo. Para mi, esa es la verdadera clave para aspirar al éxito y alcanzar una final en un evento de esta magnitud».

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