Javier Sotomayor es una personalidad extremadamente conocida en el mundo deportivo, debido al legado que implantó en su paso por el atletismo y más específicamente en el evento de salto de altura. El recordista del mundo al aire libre (2.45 metros) y bajo techo (2.43 metros) decidió responder una serie de preguntas a los integrantes del grupo de WhatsApp Atletismo sin Fronteras. Obviamente, una duda se esparció y la interrogante tomó vida: ¿Cree Javier Sotomayor que pudo haber sobrepasado la varilla aún más alto?
El propio «Príncipe de las Alturas» dejó claro su punto de vista con respecto al tema y confesó su parecer. Según el aludido, en su mente siempre estuvo convencido que sí tenía el potencial para vencer el listón más allá de los 2.45 metros. Una serie de dificultades impidieron la consecución de este sueño y la principal de ellas fue la pérdida física de José Godoy, quien fuera el entrenador que lo llevó a la cúspide universal.
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«Sí creo poder haber saltado uno o dos centímetros más. Siento que influyó en eso el fallecimiento de Godoy y las varias lesiones que tuve. Con Godoy comencé en 2.00 metros con 14 años y tuve una secuencia de mejora de rendimiento anual hasta llegar a los 2.44 metros, logrando récords mundiales en todas las categorías. Luego del fallecimiento de Godoy entrené con Guillermo de la Torre, quien para mí fue la mejor elección, con él mantuve mis niveles y logramos escalar en un centímetro más, el récord del mundo», contó Javier Sotomayor.
El entrevistado señaló que guarda en sus recuerdos con gran cariño cada una de sus marcas, desde las que logró en las categorías de cadete y juvenil, hasta las que impresionaron a todos en los certámenes del primer nivel universal.
Confesiones de Javier Sotomayor
Javier Sotomayor reveló un asunto poco conocido, pues explicó a los integrantes del grupo de WhatsApp Atletismo sin Fronteras las sensaciones que sintió en los momentos previos a un gran resultado. La experiencia a través de los años le hizo conocer cuando estaba listo para un salto descomunal.
«Por lo general, cuando hacia técnica entre los 2.30m y 2.35 m, en dependencia de como saltaba cada una de esas alturas me daba una confianza extrema en que podía hacer grandes marcas», expresó el matancero.
Javier Sotomayor reconoció que fue un atleta que siempre intentó cambiar lo establecido y buscó maneras de encontrar vías técnicas diferentes a las ya existentes para lograr una ostensible mejoría.
«Yo fui desde temprana edad un estudioso del salto de altura, muchos de mis movimientos y forma de saltar fueron estilos creados propiamente por mí, como el caso del pie de péndulo, el último paso amplio, la forma de sacar la cadera en el instante de franquear la varilla. En teoría y más en aquellos momentos no era el estilo correcto, pero en la práctica es la técnica que más ha subido», expuso, a sabiendas que sus aportes constituyeron un pilar clave en sus éxitos.
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En la despedida, Javier Sotomayor recordó un capítulo polémico en su vida, cuando resultó suspendido en el año 1999 por el supuesto uso de sustancias prohibidas. Esto ocurrió en los instantes posteriores a los Juegos Panamericanos de Winnipeg, pero el afectado dijo que para dominar 2.30 metros (marca que consiguió en dicha lid) no necesitaba de ninguna ayuda ileg*l y se defendió.
«No creo que para saltar 2.30 para mí era necesario, altura que superé en mas de 340 ocasiones», expuso el campeón olímpico de Barcelona 1992.
Javier Sotomayor respondió de esta manera las preguntas que le realizaron en el grupo de WhatsApp Atletismo sin Fronteras e intentó saldar todas las dudas con el amplio recorrido que realizó por facetas importantes de su vida.
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