Por Robiel Vega

Otra vez Randy Arozarena, con ese swing compacto, potente y muy rápido que posee, hace lo que su equipo necesita y aporta, a la hora justa, dos importantes carreras para su equipo, en un momento de la campaña donde cada carrera y cada victoria es determinante de cara a la postemporada.

Tras la derrota de los Yankees el encuentro con los Orioles de este sábado 28 de agosto se torna muy importante para poderse alejar a 5 juegos en el liderato de la División Este de la Liga Americana, por eso, este batazo, que le dio la vuelta al marcador cuando los Rays perdían 3 carreras por 2 fue de relevancia capital, pues a la postre, terminó decidiendo el partido que culminó 4×3.

El pinareño no creyó en la recta incómoda y bajita a más de 93 millas de Cole Sulser y con un swing inteligente y dirigido hacia la banda contraria, sacó una línea descomunal que sin casi elevación pero proyectada a 99.9 MPH dio contra una pizarra de anuncios que está más allá de la cerca del jardín derecho del Oriole Park, a una distancia exacta de 349 pies.

Randy es el perfecto verdugo de los Orioles, de sus 17 jonrones en la temporada, nada menos que 8 son contra este conjunto y les batea para 453 (53-24), impulsando además 18 carreras y conectando otros 4 dobles como extrabase, para un SLG de 981, sencillamente no tiene piedad.

Este jonrón, además, lo saca de un slump de 20 turnos al bate en los que conectó un solo hit y además se ponchó en 10 ocasiones, todo esto luego de una excelente racha de 11 partidos consecutivos bateando de hit.

Aún así, había logrado, al menos, embasarse en 21 de sus 23 últimas salidas a la grama, bateando para (.353/.433/.565/.988) (AVE/OBP/SLG/OPS), con 30 hits en 85 veces al bate.

A pesar del slump antes mencionado, dada su excelente racha previa, Randy se mantiene con el segundo OBP más alto de la Liga Americana con 403, desde la parada por el ASG hasta la fecha, con un mínimo de 100 CB.

Por otra parte, antes del juego de la jornada, lideraba a los novatos de la Liga Americana en: