A la tercera fue la vencida. Luego de dar par de batazos a más de 420 pies en los dos primeros partidos de la última serie de la temporada regular, Jose Abreu desapareció la pelota en el Chase Field de Phoenix, para poner la puntilla en un partido que, hasta el cierre de esta nota, le estaba dando el título divisional a Houston Astros.
Abreu ha sido la principal bujía ofensiva de los Siderales durante los últimos cuatro partidos y más puntualmente, ante Arizona Diamondbacks. En ellos ha empujado seis carreras y batea de 16-6, con par de dobles y un jonrón.
Le llegó el jonrón a Jose Abreu
Esta ofensiva la mantuvo en el último partido de la temporada. En su primer turno pegó imparable y anotó la cuarta carrera de Houston, pero el gran momento llegó en el llamado «Lucky Seven”. En conteo de dos strikes y una bola no perdonó un cambio al mismo centro.
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Después de defenderse con par de fouls en dos strikes, Abreu castigó un lanzamiento de 90.6 MPH y con un impacto de 101.7 MPH, desapareció la pelota por el left-center field con Kyle Tucker en circulación.
Paradójicamente, este batazo de 403 pies fue más corto que sus dos dobles decisivos en los juegos previos, de 432 y 422 pies respectivamente. Sin embargo, fue este el que logró sobrevolar la cerca y se apuntó su bambinazo 18 de la temporada.
Abreu llegó a 42 extrabases, 90 empujadas y 128 hits en la temporada. Elevó sus frecuencias a .237/.296/.383/.679 (AVE/OBP/SLG/OPS) y subió a 28 su total de impulsadas en el mes de septiembre, líder en la Liga Americana y segundo en todas las Grandes Ligas.
Sin más, acá el batazo de Jose Abreu:
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