Por Juan Páez
La carrera de José Abreu en las Grandes Ligas bien podría calificarse como el sueño de cualquier peloterito. El primera base de los Medias Blancas de Chicago es uno de los bateadores más constantes de su generación y, en solo siete temporadas, tiene tres asistencias el Juego de Estrellas, un premio al Novato del Año, otro al Jugador Más Valioso, tres Bates de plata, un liderato de hits y dos de impulsadas. Todo logrado desde el 2014 hasta el 2020.
La pregunta de este artículo: ¿Podrá José Abreu llegar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas?
Al mirar su perfil estadístico, lo primero que uno ve es que, para poca fortuna de Pito, su debut en la Gran Carpa ocurrió muy tarde. Aunque llegó con bombos y platillos sin cansarse de batear, su estreno sucedió cuando tenía 27 años y 61 días de nacido, una edad a la que Mike Trout, por nombrar un caso, ya contaba alrededor de mil 300 imparables y casi 300 cuadrangulares.
De hecho, de acuerdo con el portal web Baseball-Reference, en la historia de las Grandes Ligas solo ha habido cuatro hombres que terminaron en el Salón de la Fama pese a comenzar su trayectoria en temporada de 27 años (la edad que tenían hasta el 30 de junio, para aclarar). Esos cuatro inmortales son el recordado Jackie Robinson, el ex jardinero central Earl Averill y los exlanzadores Hoyt Wilhelm y Joe McGinnity.
A entrar en materia
Pero vayamos a la actualidad: todo lo que ha conseguido hasta hoy, día en el que cumple 34 años de edad (29 de enero), y a sus circunstancias contractuales.
Abreu tiene 961 juegos de por vida en las Grandes Ligas. De ahí, se desprenden mil 114 indiscutibles, 233 dobles, 198 cuadrangulares, 671 carreras fabricadas, 526 anotadas y una soberbia línea ofensiva de .294/.350/.520, acompañada de un OPS de .870. Es cierto que esos números se sitúan entre lo mejor de lo mejor de las Mayores desde su debut, pero ¿le serán suficiente?
A este punto, obviamente no. Cada pelotero necesita, como mínimo, participar en 10 campañas del big show para aparecer en las papeletas de votación al Salón de la Fama. Pero apartando ese hecho, Pito necesita acumular más y mejores números, dando el “poco” tiempo que podría quedarle a su trayectoria.
El inicialista terminará su actual contrato con los Medias Blancas al finalizar la temporada del año 2022. Allí, con casi 36 años de edad, deberá buscar otro contrato para darle continuidad a su carrera, llegar a 10 torneos en la Gran Carpa y darle más fuerza a su eventual candidatura a Cooperstown.
Otro hecho a sabiendas de Abreu es que debe mantener su ritmo y no decaer con el tiempo. Si bien es cierto que hay pocos hombres en la historia que han podido tener una tórrida actuación después de los 35 años de edad, el cubano debe emular a esos pocos. Tiene condición física y calidad en el plato como para pensar que no es imposible.
Pero algo que podría ayudar al slugger es no disminuir su poder, que ha venido in crescendo luego de decaer en 2018. Otro factor positivo e importante para él es que estará, probablemente, en un equipo ganador, pues los patiblancos están construyendo un club para pelear en postemporada por una buena cantidad de años. De allí, Abreu podría contagiarse e inspirarse para seguir dando palo por doquier.
En cuanto a trofeos, no es descabellado pensar que el toletero derecho pueda ganar un título de bateo y otro premio al Jugador Más Valioso para reforzar sus aspiraciones de convertirse en otro inmortal cubano. Seguir acumulando Bates de Plata tampoco le haría daño a su sueño, al igual de tener un papel fundamental en un futuro trofeo de Serie Mundial que pueda levantar con su equipo.
Si todo sale bien para Abreu, sigue jugando al finalizar su contrato actual y su ritmo no decae hasta que esté alrededor de las 40 primaveras, el antillano podría terminar su carrera rondando los dos mil hits, 400 dobles, 300-350 vuelacercas y mil o mil 200 empujadas, guarismos que al menos pondrían a pensar a los votantes en lo que sería una corta, pero robusta y ejemplar trayectoria en las Grandes Ligas.