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El gran José Ariel Contreras confesó que el día de su estreno en Grandes Ligas sintió que las piernas le temblaban. Pero antes de que el astro pinareño llegara a ese escenario, ya había vivido otro momento inolvidable cuando franqueó las puertas del equipo Cuba.
Así lo recordó el campeón de la Serie Mundial 2005 en “El Show de Swing Completo”, donde repasó algunos pormenores de su primera convocatoria a filas y relató una anécdota con el excelente receptor holguinero Alberto Hernández.
“Antes de hacer el equipo Cuba ya yo había ido a Japón con una selección universitaria”, dijo José Ariel Contreras. “Cuando regresé de allá, estando en Las Martinas, Jorge Fuentes me llamó para decirme que tenía que ir a La Habana para la preparación en México de la preselección nacional”.
José Ariel Contreras no lo podía creer
Según contó el ‘52’, en ese momento pensó que el veterano manager estaba bromeando. Sin embargo, el teléfono volvió a sonar al poco rato.
“Esa vez me dijo que tenía que moverme. No se me olvida que eso fue por la mañana. Salí para la capital y de ahí para los entrenamientos en el exterior”, rememoró.
Una vez en suelo azteca, José Ariel Contreras recibió la encomienda de lanzar el noveno episodio de un choque contra un plantel profesional.
“Mi catcher era Albertico Hernández, y cuando yo estaba calentando vino y me dijo ‘negrón, no tires el tenedor ni la slider, tira la recta al guante. Si no la pones ahí no la voy a agarrar porque no la veo’. Resulta que era la primera vez que yo subía de 95 millas por hora: me estaban marcando 97 y 98 mph”.
El palmarés de José Ariel Contreras
A partir de aquel viaje, el derecho se convertiría en uno de los imprescindibles del equipo Cuba, llegando inclusive a ser el número uno de la rotación. Basta apuntar que con la camisa de las cuatro letras, sus salidas al box se tradujeron repetidamente en éxitos.
Ganó Copas Intercontinentales y Mundiales, Juegos Panamericanos y Centroamericanos, y alcanzó la gloria mayor con el título olímpico en Atlanta 1996. No obstante, el día que su nombre monopolizó la atención de los scouts fue el 28 de marzo de 1999, ocasión en la cual atenazó a Baltimore Orioles durante su histórica visita a La Habana.
En adelante, José Ariel Contreras devino objeto de deseo de varias organizaciones ligamayoristas, que todavía debieron esperar unos años para pujar por sus servicios.
Finalmente, en octubre de 2002 el pinareño ‘desertó’ en México durante la Serie de las Américas, y ya para marzo del año siguiente se estrenó en el Big Show con el cotizado uniforme de New York Yankees. A la manera de las historias de final feliz, dos temporadas más tarde coronó su carrera con un anillo de la Serie Mundial.