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Corría el 15 de abril de 2014 cuando dos de los mejores lanzadores que pasaron por el béisbol cubano, José Ariel Contreras y Pedro Luis Lazo, salieron en México decididos a celebrar el cumpleaños 41 de este último.
Para entonces lanzaba para los Toros de Tijuana y vivía el ocaso de una carrera en las Ligas Mayores que lo había premiado con el anillo de la Serie Mundial 2005 enfundado en la casaca de Chicago White Sox.
Mientras, Pedro Luis Lazo vestía los colores del mismo conjunto y llevaba en su espalda la gloriosa mochila de ser el máximo ganador en la historia de las Series Nacionales.
José Contreras y Pedro Luis Lazo, una yunta histórica
Habían sido compañeros de equipo en Pinar del Río y el team Cuba, y después sus caminos se separaron una vez que el de Las Martinas optó por abandonar la escuadra nacional que intervino en la Serie de las Américas de 2002, celebrada precisamente en tierra azteca. Pero la amistad nunca se debilitó.
De aquel día en que los amigos salieron en México a recordar los viejos tiempos datan dos simpáticas anécdotas que José Ariel Contreras relató en una presentación en “El Show de Swing Completo”.
La primera estuvo ligada a una joven fanática que quería una dedicatoria del exabridor de las Ligas Mayores.
“Resulta que al salir del estadio vino una niña a pedirme un autógrafo y Lazo le dijo que él era Contreras. La niña le dio la pelota para que la firmara y entonces yo le dije ‘hey, Contreras soy yo’. Me miró, me alcanzó la pelota, se la firmé y ella salió corriendo a explicarle a la mamá que había dos Contreras. Imagínate, vio igualitos a los dos negros grandes y feos”.
La otra historia también corrobora la estrecha relación que une a los números ‘52’ y ‘99’, quienes conformaron el inolvidable one-two de “Las Torres Gemelas” que se acreditó una estadística global de 374 victorias ante 156 fracasos, 3772 ponches y 59 lechadas en el (por esa época) todavía respetable béisbol cubano.
La botella de José Ariel Contreras
Según José Ariel Contreras, él quiso invitar a su “perro” (así se llaman uno al otro) a un restaurante.
“Cuando pusieron la botella de whiskey en la mesa -narró-, mi perro la abrió y se la fue a empinar. ‘Espérate, eso no es así, échalo en un vaso con hielo’, le pedí, y él me contestó que qué fino yo me había vuelto. De manera que le dije que hiciera lo que quisiera”.
Fue ahí que Pedro Luis Lazo echó mano de su habitual campechanía: “La botella la vas a pagar tú pero la compré yo, entonces hago lo que me dé la gana con ella”, le dijo y comenzó a bebérsela a pico de botella.
Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.