La burla del béisbol cubano ha llegado a su límite

Por Alexander García Milián Ya la noticia retumba por todos lados; Cuba perdió un juego, el último, durante el tope contra El Salvador. ¿Es la noticia?- me preguntó, pienso que no, que es más del show, de la burla, de esa caída sin fin a la que nos somete el estado actual de nuestra pelota. […]

Por Alexander García Milián

Ya la noticia retumba por todos lados; Cuba perdió un juego, el último, durante el tope contra El Salvador.

¿Es la noticia?- me preguntó, pienso que no, que es más del show, de la burla, de esa caída sin fin a la que nos somete el estado actual de nuestra pelota.

Lo del tope, está bien, todo lo que sea por el bien del desarrollo del béisbol, está más que permitido. Pero ya es un refrito lo del equipo Cuba que fue a suelo salvadoreño; de las oportunidades que no se dieron, de esto, de aquello, ta, ta, ta… Entonces si a ellos sumamos la derrota con pizarra de 6-3, por favor, es de susto.

Ahora, entre los aspectos más enjundiosos del asunto, está el hecho de que el pitcheo cubano, permitió 16 anotaciones en los tres partidos. Y ello a un equipo de estrellas de la Liga Salvadoreña, que es lo mismo decir, el equipo de Antillana de  Acero y salvando distancias, digo… ¡Cuidado!; señores, es para echarse a llorar, es para apagar la tele y no ver más pelota.

En otro punto, surgieron algunas de las más que conocidas y gastadas justificaciones; – los salvadoreños tienen a jugadores venezolanos, panameños, nicaragüenses- ¿Y?, ni por asomo están al nivel de los nuestros; es más, muchos de esos peloteros gastaron hace rato sus mejores balas.

Las cosas con ese elenco dirigido por Paret están para guardarlas en un archivo secreto y no abrirlo jamás.

Pero bien, ahondando un poco más en la cuestión; el tope fue un arreglo de la Federación Cubana de Béisbol con autoridades de la Liga Salvadoreña.

Entonces, si hubo exigencias- llevar algunas figuras conocidas- , la esencia del asunto versa hacia una estrategia de promoción y aquí entra el factor dinero en juego.

¿Cuánto se habrá puesto sobre la mesa?, ¿Cuánto se le dio en viáticos a los peloteros cubanos?, preguntas que a primera vista, suenan atrapantes.

El aspecto monetario es insoslayable; los federativos se hacen los desentendidos, los desapegados, los que no tienen interés por lo material y ¿Qué pasó?, creo incluso, en otra de las variantes que perder con El Salvador era parte de esa estrategia de venta, digamos; buscar gente en el estadio y cosas por el estilo, y… a costa de todo, de que el béisbol cubano volviera a dar otra mala imagen.

Para completar el colmo del ridiculo, la prensa cubana ha titulado este lunes «Dominó Cuba Serie Amistosa de béisbol ante El Salvador». Esto tiene que parar, por favor seamos serios.

Volvemos al punto, desde hace unos doce años, no se logra nada positivo en nuestra pelota, ¿quién comenzó a dirigir en ese entonces la federación?, ¡Claro!, el señor Higinio Vélez. 

Se trata de un axioma que va desde Julio Cesar, Alejandro, Napoleón y tantos otros grandes estrategas;… ellos hablaban tanto de que cuando existiera problema en la tropa, no se debía ir a ver a los soldados si no a los jefes.

¿Qué creen lectores?

De nuevo la misma historia.

Nos vemos a la vuelta.

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