Por Franco Miguel Alvariño
La República Dominicana anunció el equipo que representará a su país en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Entre los nombres que figuran en la selecta lista se encuentra el de Raúl Valdés, un veterano jugador cubano, que a sus 43 años participará por primera vez en ese tipo de eventos.
El Programa Olímpico de Béisbol de la República Dominicana (ProbeisbolRD) anunció a través de su cuenta oficial de Twitter los 27 jugadores que viajarán al país asiático para participar en la cita veraniega.
Entre los seleccionados para integrar la nómina definitiva se encuentran 11 lanzadores, cinco jardineros, dos receptores, seis jugadores de cuadro y tres reservas. De ellos, 12 juegan en la Liga de la República Dominicana (LIDOM), ocho juegan en el béisbol organizado de Estados Unidos (Ligas Menores), dos se desempeñan en el Béisbol Profesional de Japón (NPB), tres lo hacen en México, mientras que uno milita en una Liga Independiente y José Bautista, uno de los jugadores más conocido es Agente Libre.
Después de clasificar en el repechaje, evento efectuado en Puebla, México, que otorgó el último boleto a la cita estival, los dominicanos se incluyeron en el grupo A, junto a las selecciones de México y el anfitrión Japón, en lo que parece ser el grupo de la muerte del torneo, pues solo dos equipos podrán avanzar a la siguiente ronda. En tanto, los quisqueyanos jugarán el 28 de julio frente Japón, mientras que cerrarán la fase clasificatoria el 30 ante México.
Raúl Valdés, luego de su inclusión en la nómina del equipo de la República Dominicana, se convierte en el único jugador de béisbol nacido en Cuba que tendrá opciones de actuar en el torneo.
En su trayectoria como jugador profesional, el oriundo de la Habana, Cuba, recorrió varios países buscando poder consolidarse en el béisbol. En ese afán consiguió llegar a la cúspide de su carrera en el año 2010, cuando debutó en Grandes Ligas con los Mets de New York, luego pasó por otras cuatro franquicias de la Gran Carpa: Cardenales, Yankees, Phillips y se despidió de ese béisbol con los Astros De Houston.
En su primer año en Las Mayores fue cuando más trabajo tuvo. El zurdo lanzó en 38 encuentros, de ellos uno solo como abridor. En esa oportunidad acumuló tres victorias e igual número de derrotas, además de que consiguió su primer juego salvado.
A pesar de eso, su mejor temporada en la MLB fue en 2012 con los Phillips de Philadelphia. En ese campeonato actuó en 27 partidos, con balance positivo de tres victorias y dos descalabros. Por si fuera poco, se mostró dominante, con un Whip (jugadores que se embasan por entradas) de 0.74 y una efectividad de 2.90, apoyado en un control que le permitió ponchar a 35 rivales y regalar solo cinco boletos.
Para lograr su ascenso al mejor béisbol de mundo, Valdés jugó en Cuba, con el equipo Habana entre los años 1996-2002, siendo la temporada 1998-99 en la que tuvo mejor promedio de ganados y perdidos (15-7), para un extraordinario .682.
Raúl llegó en 2005 a las Ligas Menores de Estados Unidos, allí permaneció hasta el 2007, pasando por todos los niveles y varias organizaciones, luego decidió probar suerte en la República Dominicana hasta que en el 2010 apareció un contrato ligamayorista.
Por si fueran pocos los equipos que integró, en 2015 viajó hacia Japón para jugar tres temporadas con los Dragones de Chunichi, allá consiguió 17 triunfos y perdió en 24 ocasiones, por lo que no tuvo los mejores resultados y decidió regresar a América.
En los últimos años, a pesar de sus incursiones en la Liga Mexicana ha estabilizado su carrera con los Toros del Este en la Liga de la República Dominicana. En la última temporada que jugó 2020-2021, con la cual se ganó la oportunidad de integrar el conjunto dominicano a Tokio 2020, obtuvo dos éxitos e igual número de fracasos, para un promedio de carreras limpias de 3.20.
Los Juegos Olímpicos serán un gran colofón para la carrera del cubano, Raúl Valdés, uno de los tantos que tuvo que renunciar a su país para realizarse profesionalmente. Después de más de 20 años jugando en varios países, encontró en la República Dominicana el espacio para cumplir uno de los sueños de todo deportista: estar bajo los “Cinco Aros”.