Lázaro Vargas revela absurda expulsión: “Por pelarme al calvo”

Michel Contreras

El origen de la anécdota estuvo en una controversia jocosa que sostuvo Lázaro Vargas con el desaparecido lanzador José Modesto Darcourt.

Lazaro Vargas en una entrevista y con el uniforme de Industriales

Una anécdota narrada por el exestelar antesalista Lázaro Vargas en “El Show de Swing Completo” corroboró por enésima vez que el béisbol cubano ha sido escenario de sucesos suficientemente insólitos para ser recogidos en las mejores antologías del absurdo.

Según relató Lázaro Vargas, el equipo Industriales iba camino a Granma cuando “el difunto José Modesto Darcourt empezó a hablar de la gente que se pela al calvo y yo le dije que eso lo hacía cualquiera, que simplemente estaba en que a uno le gustara. Entonces Darcourt me desafió a hacerlo, le dije que en cuanto me bajara de la guagua y así mismo lo hice”.

Hasta ahí todo quedaba en un compromiso derivado de una conversación intrascendente entre compañeros de equipo. Sin embargo, lo increíble sucedió al iniciarse la subserie contra la selección del oriente cubano.

Lázaro Vargas, expulsado por pelarse

“Al otro día cuando yo salí a jugar y me quité el casco para ponerme la gorra, me expulsaron diciendo que estaba protestando contra el pueblo de Granma. Mira tú, si a mí nunca me pasó nada en aquella provincia”. recordó el número ‘20’ de la nave azul.

Lo real-maravilloso había tomado el mando. No contentos con sacar del partido a Lázaro Vargas por una razón inverosímil, le inventaban una suerte de acusación que agravaba las cosas.

“Después de botarme del juego me querían suspender toda la temporada, pero por suerte apareció alguien que les hizo ver que lo que decía el reglamento era que no se podía estar peludo, y que yo lo que había hecho era rasparme. Entonces fue que me dejaron tranquilo. Fíjate hasta dónde llegó aquello por pelarme al calvo”.

Los acontecimientos de esta índole siempre hallaron terreno fértil en el béisbol cubano, que vio desde un manager escondido en la mascota del equipo hasta árbitros impartiendo justicia pese a estar suspendidos y managers sustituidos por ejercer su autoridad en el dugout ante la injerencia de las autoridades del INDER.

No obstante, en el caso de Lázaro Vargas pueden haber estado influenciados por la personalidad de un jugador idolatrado por unos y detestado por otros.

La clase estelar de Lázaro Vargas

Figura sobresaliente en las décadas del ochenta y el noventa, el tercera base capitalino tenía especial magnetismo para generar polémica entre los aficionados, muchos de los cuales censuraban su aparente apatía para encarar el juego.

De todos modos, lo que sí nadie puso jamás en duda fue su calidad como bateador, que lo condujo a sentar average de .317 en 22 campañas en el béisbol cubano.

Como muestra de su talento indiscutible está el hecho de que, aún habiendo coincidido en el tiempo con el mejor antesalista de los campeonatos cubanos, Omar Linares, siempre hubo que abrir espacio para él en los equipos nacionales, incluidos los que se coronaron en los Juegos Olímpicos de 1992 y 1996.

Para más información del beisbol cubano, haga click aquí.

Deja un comentario