Nadie, absolutamente nadie duda de las capacidades que tiene un jugador de la talla de Randy Arozarena. El jardinero de Tampa Bay Rays demostró hasta este día que su poder es innato y que tiene con qué responder a la hora buena.
Pese a que el patrullero del equipo de La Florida registra una línea ofensiva de .188/.241/.579 con tres jonrones y ocho carreras remolcadas en los últimos 28 días, el equipo sigue teniendo la fe intacta en el antillano.
Además de su ofensiva bien es sabido que su defensiva también es un garante en los jardines de Tampa y de la MLB, Randy Arozarena nos ha deslumbrado con grandes atrapadas en las praderas del Big Show.
Aunque eso no fue lo que apreciamos en el primero de una serie de tres contra Baltimore Orioles.
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En la entrada número cuatro al de Pinar del Río «le robaron la cartera» como se dice en el argot de la pelota caribeña.
Sucede que ante los envíos de Tyler Glasnow, el antesalista de Baltimore, Gunnar Henderson, conectó un potente batazo hacia el jardín derecho.
¡Hasta allí todo normal!
Dicho batazo fue desviado por el tercera base y compañero de Randy, Taylor Walls. La bola después de ello aterrizó en manos de Arozarena.
Lo curioso fue que el cubano-mexicano se durmió a la hora de regresar la pelota, esto, aunado a que Henderson nunca paró su carrera, fue la receta necesaria para que este último se apuntara el quinto triple de la presente campaña.
¿Qué crees que sucedió? ¿Buena corrida de Henderson? ¿O se durmió Arozarena?