Leopardos Azucareros de Villa Clara en la Serie 60: el vano adiós

Por Alexander García La peor noticia, la peor despedida, la peor noticia sobre la peor despedida en la peor semana fue esa de Fredy Asiel Álvarez. Ya antes de que empezara la Serie, Fredy quiso salirse del barco, quería ir para Matanzas y jugar allí, ya había olvidado el rencor, todo había pasado, todo y […]

Por Alexander García

La peor noticia, la peor despedida, la peor noticia sobre la peor despedida en la peor semana fue esa de Fredy Asiel Álvarez.

Ya antes de que empezara la Serie, Fredy quiso salirse del barco, quería ir para Matanzas y jugar allí, ya había olvidado el rencor, todo había pasado, todo y se quería ir pues sabía que el barco no daba más, que aquella plata con Eduardo Paret fue el último suspiro de una generación que parecía iba a ganar todo pero ganó en 2013 y aún muchos cuestionan a los árbitros de aquella postemporada.

La peor noticia fue esa, la del contrato de Fredy Asiel en la Liga Profesional de Venezuela, la peor noticia en la peor semana, pues Villa Clara jugando de local en el Sandino perdió tres de cuatro juegos, incluso ganó el primero in extremis 3-2, cuando perdía en el octavo inning.

Fue la semana del adiós, aún quedaban unos 25 juegos pero ya, si se puede aspirar a algo es a terminar con dignidad la Serie 60 y si algo faltaba para dar crédito a este pesimismo es que Fredy Asiel perdiera.

No podía ser pero Fredy perdió y se va así de ese modo, por la puerta de atrás, quizás como un  maleficio, en el aire esta la sensación de que se había ido antes, pues como dicen por ahí, el que dice me voy ya se fue y obvio que hablamos de un estado mental.

Ese equipo parecía un fantasma, un ente sin alma; flotando solo por inercia y remando más a costa de la suerte que de opciones reales, si había algo que le daba un poco de vida a los Azucareros de Villa Clara era la imagen de Fredy Asiel; todas las imágenes, sonriendo, serio, guapeando, secándose el sudor; si Fredy no está, si estuvo alguna vez en esta Serie 60 y se fue así perdiendo, todo terminó y no por ahora, por tres o cuatro años más, poder hablar de Villa Clara como lo que un día fue, será una ilusión.

Hay momentos, habrán, parecerá que si pero no, serán como los espejismos en el desierto; momentos como los de este fin de semana, cuando sábado y domingo el equipo se aferra y da par de buenos partidos, el sábado ante Mayabeque, van a extrainnings y ya, todo acaba, acaba como siempre, el domingo también, guapean hasta el final, el juego empatado y un doble con las bases llenas sentencian el juego.

Antes de 2013 era así, entre 1997 y 2013, entre los dos últimos títulos de Villa Clara fue así, después de 2013 siguió siendo así como hasta hoy, jugar como  nunca y perder como siempre o perder como nunca o perder simplemente y agachar la cabeza.

Si al principio se quería creer y a golpe de pitcheo uno pensaba que sí que entrar entre los ocho era posible; si al principio fue así y luego con los primeros juegos se empezó a ver la falta de carreras, era cuestión de momento el quiebre de los anaranjados.

Más allá de las lesiones de Yeniet Pérez y de Alain Sánchez, de las salidas de Norel González y de Yosver Zulueta, la dinámica del Villa Clara quedaba en los ruegos para que Vizcaíno estuviera en forma y le pegara bien a la bola o en que Walter Pacheco despertara de a todas para echarse el equipo encima; ya ven donde quedó todo, fue en esos juegos contra la Isla de la Juventud, estos contra Mayabeque serán algo de rutina, mentalmente ese equipo estaba fulminado antes de salir a la grama el 5 de diciembre.

Algunos hablan de maleficio, de acto de justicia divina pues es conocido que a Eduardo Paret lo separaron por el más absurdo de los pretextos, por insinuaciones, sobre la base de meras calumnias que tal vez hoy estén revirtiéndose en la realidad que vive Villa Clara en la pelota.

Estimados lectores, el hoy es este, el lugar 13 del campeonato, peleando inconscientemente por no ir más abajo. Lo peor no es esto, lo peor está por venir.

Fredy Asiel se fue y quizás con él se fue el alma de una idea que es pasado.

Nos vemos a la vuelta.

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