Por Alexander García Milián
Es una foto impactante que muestra a un chico con mirada activa, medio sonriente, trata de solapar un poco la incomodidad que le impone el contexto; emerge una brizna de tristeza, cien rostros, diez, cinco, tres sombras; las de su padre y su hermano, las de su padre, su hermano y Vladimir Guerrero Jr.…
Es Lourdes Gurriel Jr. tragando en seco, una y tres veces, bajo a triple A, los Azulejos lo bajaron, la ha reventado desde entonces, pero… debe mejorar aún, pulir su técnica- dicen algunos entendidos- no obstante Yunito la da, siempre la da.
- No, yo no, es mi hermano el chiquito el que viene bien – suenan aún imponentes las palabras de Yuliesky Gurriel, cuando lo entrevistaban respecto a su imponente paso en Series Nacionales; fueron palabras dichas de buena fe, con orgullo pero las mismas crearon de inmediato un tope para Lourdes Jr.- tienes que ser mejor que Yuliesky- sin discusión; un batacazo sicológico que le rodea desde aquel entonces.
Así, a la sombra de su hermano- el del medio- entró Yunito a las Series Nacionales, llegó y parecía quedarle grande el panorama de mayores pero no, el chamaquito empezó a batear, a dar líneas, batazos descomunales para su endeble figura.
Ya, quizás a los tres años de su debut, Lourdes Jr., era Lourdes Jr.; cuando llega a Industriales y empieza a romperla, cuando llega al Cuba y también empieza a darla, no había duda, estaban las sombras, pernoctaban ahí con él siempre, la de su hermano y la de su padre, el pasaba sobre eso.
El Yuli siempre, desde aquellas palabras iniciales, siempre le ha puesto la vara bien alta a Yunito; pero igual, ya en Grandes Ligas, los dos son figuras, Yuli comienza primero, Yunito después pero lucen y nadie puede hablar más en contra de ellos, los hechos son inobjetables.
Las sombras siguen, parece que persiguen siempre a Lourdes; llega Vladimir Guerrero Jr., un niño también, igual que él; entonces cuando todos pensábamos que sería la figura- ¡Pumm!- bajado a Ligas Menores.
Vladimir Guerrero Jr. en la MLB, nada aún de lo que tanto anuncian, parece un pelotero más, inclusive menos atlético que el resto.
Estas cuestiones son más de los avatares que pone la vida, Yunito tiene el carácter, a palo limpio sé que volverá al roster de 25 de los Azulejos; no será – como empiezan a decir- uno más de esos peloteros frustrados que transitan como gitanos por el planeta béisbol… El tiempo dirá.
Nos vemos a la vuelta.
