Por Jesús Pérez Vichot (Chuchi)
El estelar pitcher de los Houston Astros, el diestro Justin Verlander, fue el encargado de abrir el primer juego de la Serie Mundial 2022 en casa. No podía ser otro el elegido por el mánager Dusty Baker, el veterano lanzador de 39 años de edad tuvo una campaña regular de ensueño.
Sus números esta contienda fueron impresionantes. Lideró la Liga Americana en victorias (18), efectividad (1.75) y WHIP (0.829), siendo el candidato número uno para llevarse el premio Cy Young (sería el tercero de su carrera). Pero a pesar de exhibir estos números tan dominantes y de su probada calidad desde el montículo, no se puede negar que está en deuda con los Clásicos de Otoño.
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Esta es su quinta aparición de Verlander en Series Mundiales. En 2006 con los Tigers perdió dos encuentros ante los Cardinals y lanzó para una efectividad de 5.73. Seis años después (2012) volvió a representar al conjunto de Detroit en una Serie Mundial, esta vez enfrentando a los Giants. Perdió un choque y trabajó para un elevado promedio de carreras limpias de 11.25.
Ahora está envuelto en su tercera Serie Mundial con el equipo de Houston. En 2017 contra los Dodgers se coronó campeón, pero volvió a perder un juego y registró 3.75 de efectividad. En 2019 tampoco le fue bien versus los Nationals. Se fue con dos derrotas y un alto promedio de carreras limpias (5.73).
En los siete juegos (todos iniciados) que ha visto acción en Series Mundiales (sin contar la apertura de este viernes), «JV» tiene marca de 0-6 y efectividad de 5.68. Además, en 38.0 entradas lanzadas le han conectado 35 hits (nueve cuadrangulares), ha regalado 14 boletos y abanicado a 39 bateadores contrarios. En estas siete aperturas sus equipos han tenido un récord de 1-6.
En este primer juego de la Serie Mundial 2022 contra los Philadelphia Phillies, Verlander comenzó lanzando impecablemente las tres primeras entradas. Pero cuando gozaba de una amplia ventaja (5×0) en el cuarto capítulo, los demonios que lo han atacado en estas instancias volvieron a aparecer. Los visitantes le marcaron 3 carreras en ese inning y agregaron otras dos en el quinto para igualar el marcador 5×5. Los fanáticos de los Astros que estaban presentes en el Minute Maid Park no lo podían creer.
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Cuando todo hacía indicar que Verlander lograría el tan anhelado primer éxito de su carrera en Serie Mundial, increíblemente la maldición otoñal se cruzó nuevamente en su camino. Trabajó 5.0 entradas, toleró 6 imparables, le hicieron 5 carreras (todas limpias), dio 2 bases por bolas y abanicó a 5 rivales. En esta ocasión tampoco tuvo decisión.
Verlander en su carrera de Postemporada no lo ha hecho mal. En total tiene marca de 15-11, efectividad de 3.55, WHIP de 1.088, permite 7.0 hits y poncha a 10.0 contrarios por cada nueve entradas lanzadas. Incluso ha completado dos encuentros, uno de ellos por blanqueada. Es decir, sus mayores problemas radican en la Serie Mundial. El as del staff de los Astros debe volver a lanzar en esta World Series. ¿Logrará su primer éxito otoñal en esta edición? ¡Veremos!
