Por Boris Luis Cabrera
Poco pudieron hacer esta tarde de martes los leones capitalinos sobre el campo de juego. Después de la victoria Pírica de la jornada anterior donde perdieron a varios de sus “machos alfa”, la manada se vio dispersa y desorientada, mientras la jauría de Cachorros holguineros sin nada que perder, se les reviraba con furia para salvar su honra, preocupando a fieles y fanáticos.
Apenas seis indiscutibles conectaron las huestes del “Rey” en las tres horas que duró el partido y no pudieron, a pesar de tener encima del montículo a su mejor hombre, evitar el desenlace negativo al caer 7-1 quedando privados por el momento de colarse en la esquiva zona de comodín.
Vladimir Baños fue incapaz de callar los ladridos rivales durante las 4.2 entradas que se mantuvo en el box, no pudo tampoco un Yandi Molina desconocido con la merma en la velocidad de sus lanzamientos y los bates estuvieron fríos durante todo el trayecto.
Oscar Valdés con sencillo y doble en par de turnos al bate remolcó la única de los anfitriones y el gran Yordanis Samón-aun lesionado-a puro coraje pegó dos cohetes para seguir dando lecciones de vergüenza a quienes lo rodean.
Mientras tanto, los canes pescaron en rio revuelto y ocho de sus nueve regulares se anotaron al menos un imparable en la porfía.
Marnolki Aguiar remolcó tres carreras con un bambinazo y sus tres primeros en el orden al bate (Maikel Cáceres, Noel González, y Yordan Manduley) dispararon par de cohetes con un tubey incluido cada uno.
Rubén Oriz y Wilson Paredes, aprovechando coyunturas y desplomes psicológicos de una tropa a la deriva con ausencias notables, la emprendieron a latigazos contra los felinos manteniendo la banca de tercera y los graderíos, sumidos en un silencio terrible.
En espera de la circular de la Comisión Nacional donde se darán a conocer las medidas disciplinarias contra los involucrados en la trifulca del lunes, donde quizás se incluyan algunos nombres más después de analizar con detenimiento los videos filmados por las cámaras de televisión; quedan los atletas y el cuerpo de dirección del conjunto.
Los aficionados siguen en suspenso, conscientes que este tipo de acciones no se deben pasar por alto, pero preocupados por el futuro de su equipo, necesitado de esas figuras imprescindibles para lograr su objetivo de clasificación en esta recta final