Por Robiel Vega
La selección de Marruecos dio una de las sorpresas más grandes en este mundial al eliminar a la España de Luis Enrique en un partido donde 120 minutos no fueron suficientes y le tocó a los arqueros definir en la segunda tanda de penales en el torneo.
España volvió a dominar la posesión con un 73% y aunque tocó más de 1000 veces el balón (+700 veces más que sus rivales) y tuvo una presión del 90 % de los pases, fue incapaz de hacer valerlo en la pizarra y ni siquiera en los penales pudo vulnerar la portería del arquero Yassine Bono.
Marruecos dio el gran batacazo en los octavos de final del Mundial Qatar 2022. En un partido duro, donde pudo imponer su férrea defensa, empató 0 a 0 contra España, que había sido uno de los equipos más destacados de la primera ronda.
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Luego, en los penales, el arquero Bono se convirtió en figura: tapó dos y terminó invicto porque el tercer tiro dio en el palo. La definición terminó 3 a 0 para los africanos, que clasificaron para cuartos de final.
La tanda la selló Achraf Hakimi con un cobro picado a lo Panenka al centro de la portería que dejó tendido a Unai Simón y mandó a España de vuelta a casa. Luego del título en 2010, la llamada Furia Roja no ha llegado nunca más a la fase de cuartos de final.
España remató 13 veces al arco pero apenas uno entre los tres palos y lo cierto es que, salvo una jugada en las postrimerías del choque, fue un peligro real para la portería de Bono.
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La selección ibérica se convirtió en el segundo equipo en no convertir en una tanda de penales de Copa del Mundo, luego del Suiza contra Ucrania en octavos de final de 2006 (0-3).
Al igual que los últimos dos partidos de la Furia en la Copa del Mundo, España fue el equipo que dominó el balón, pero no controló los momentos del partido.
Abusó del toqueteo intrascendente durante todo el partido y en muy pocas ocasiones, encontró peligro para el área rival, a España le faltó soltarse, ponerle picardía al ataque y salirse del libreto; algo que, quitando el primer partido, le pasó factura durante todo el certámen.
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Marruecos, en cambio, con un orden táctico envidiable y un despliegue defensivo de primer nivel, vino a buscar este resultado, aguantar durante los 120 minutos, forzar el alargue y ganar en los penales.
Una estrategia que, si no fuera por la actuación de Bono durante todo el partido, no hubiese sido posible conseguir.
