Por Franco Miguel Alvariño
A veces para imponerse en el béisbol no solo se necesita talento. Si fuera así, Johan Oviedo fuese una pieza clave en la rotación de los Cardenales de San Luis. El derecho cubano todavía está buscando su primera victoria, el camino se ha hecho difícil, pero con cada salida demuestra estar un paso más cerca del anhelado éxito.
Esta tarde, en el duelo de los Cardenales frente a los Marlins de Miami Oviedo hizo su octava salida del 2021. En las anteriores presentaciones, unas mejores y otros peores, enseñó las herramientas que lo hacen mantenerse lanzando al máximo nivel.
En la jornada de este miércoles, aunque no se llevó el triunfo tuvo la mejor apertura de su carrera en las Grandes Ligas, por mucho la mejor de cualquiera de sus compatriotas en el 2021. El cubano lanzó siete entradas completas sin permitir carreras, con cuatro ponches propinados y seis indiscutibles soportados. Tras esos resultados, Johan consiguió su primera apertura de calidad en las Grandes Ligas.
Durante el partido estuvo intratable. Los tres primeros capítulos los retiró de uno, dos y tres, con par de ponches incluidos. Además, en ese primer tercio solo dos bateadores consiguieron llevar la bola a los jardines.
Luego, en el cuarto capítulo le conectaron los dos primeros imparables, pero logró resolver la situación obligando a batear por el cuadro y recetando su tercer ponche del encuentro.
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Apuntes sobre la octava salida de Johan Oviedo (@JohanOviedo24) en el 2021
? 1ra apertura de calidad en su carrera como ligamayorista
? 1ra vez que llegó a siete entradas en un partido de #MLB
? 2da vez en este 2021 que su equipo gana luego de su paso por el montículo pic.twitter.com/EEPqIT0nHc— Gian Franco (@Gian_Gil98) June 17, 2021SUSCRÍBETE a nuestro Newsletter y recibe toda la información diaria de MLB, beisbol cubano y latino y deporte mundial
En el quinto inning, como ha sido costumbre, volvió a complicarse. Dos indiscutibles abriendo la entrada amenazaban su presencia en el montículo, pero otra vez un batazo por el cuadro, que se convirtió en doble play, lo ayudó a mantenerse en el terreno de juego.
Con sus salidas anteriores, muchos de los entendidos, criticaron su poca resistencia sobre la lomita de los suspiros. Frente a los Marlins llegó su “licenciatura”, y no solo sobre pasó las cinco entradas, también arribó a siete, por cierto, desde que lanza en la MLB nunca había llegado a seis capítulos completos.
Para cerrar su actuación, el habanero lanzó el séptimo inning como si estuviera iniciando el choque. A los dos primeros bateadores los retiró en conexiones por el infield, mientras que su último oponente fue Sandy Alcántara, al que dominó por la vía de los strikes para llegar a cuatro en el encuentro. Tras ocho apariciones, esta fue la segunda oportunidad en que su franquicia se anotó un triunfo luego de que pasara por el montículo. Por otra parte llegó a 29 ponches en 42.1 de actuación, en los que ha permitido 18 carreras limpias, para una efectividad de 4.58.
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