Por Gian Franco Gil
Mucho se habla de la ofensiva del cubano de los Oklahoma City Dodgers, sucursal Triple A de los Dodgers de Los Ángeles, Miguel Vargas, pero su guante no tiene nada que envidiarle al poderío de su bate. Así lo demostró en la jornada del domingo, 3 de julio, cuando con un fildeo suyo despertó la atención de los aficionados presentes en el Juego.
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Parte baja de la tercera entrada. Consumía su turno ofensivo la filial de los Padres de San Diego (El Paso Chihuahuas). El marcador reflejaba diferencia de 4×1 favorable a los locales. Con un out en la pizarra y par de compañeros en circulación entró en el cajón de bateo el zurdo Brett Sullivan.
El bateador siniestro entró a la difícil cuenta de dos strikes y una bola. Al cuarto envío elevó la pelota en dirección del banco de tercera. El antesalista, Miguel Vargas, salió al encuentro de la esférica. El desplazamiento del antillano fue certero, calculador y con mucha seguridad de que lograría atrapar el batazo.
Mientras tomaba altura, «Doña Blanca» se alejaba del defensor y se acercaba a las gradas. Solo milímetros impidieron que uno de los presentes en el estadio se llevara la bola oficial para la casa. Por su parte, Vargas se colocó cerca del banco de la tercera almohadilla, para esperar que la pelota alcanzara el punto más alto posible.
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Entonces, Vargas, en el último instante, estiró su guante y dejó que su cuerpo se inclinara hacia adelante. En solo segundos, en una de las atrapadas más complejas de conseguir, el habanero pudo lesionarse y que su futuro inmediato cambiara, por eso es válido reconocer su esfuerzo y entrega en esa acción.
En la presente campaña exhibe 63 encuentro en la antesala de los Dodgers. Mientras, en la primera almohadilla ha jugado tres partidos, en segunda siete, en el jardín izquierdo cinco y como bateador designado tres.
De esa forma, en su posición habitual acumula 546 entradas y 160 lances recibidos, en los que ha cometido 13 pifias y ha completado 13 asistencias, para un promedio defensivo de. 919.
Sin más disfrute de la gran atrapada de Miguel Vargas:
