Por Robiel vega
15 días han transcurrido desde que empezó la segunda saga de Carlos Correa en lo que a Agencia Libre se refiere, todavía no está claro cuál será el final, pero por hoy, les dejamos una actualización de cómo marchan las cosas arrancando este 2023.
Resumiendo lo ocurrido, el 14 de diciembre pasado los Gigantes acordaron con Correa un contrato de 13 años y 350 millones, seis días después, dieron para atrás a la decisión una rueda de prensa alegando que necesitaban analizar con más detenimiento los informes médicos del jugador, debido a algunas preocupaciones surgidas por lo que habían encontrado.
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Pero el representante de Correa, Scott Boras, decidió cortar de raíz el acuerdo con los Gigantes, llamó al propietario de los Mets, Steve Cohen y llegó a otro acuerdo pero este de 12 años y 315 millones en la movida madrugada del 21 de diciembre.
El pasado 22 Correa viajó a la urbe cosmopolita para realizarse los exámenes médicos, pero las preocupaciones volvieron a surgir y nuevamente, tal y como había ocurrido con los Gigantes, el tobillo del boricua fue el problema. Ahora, cuál es el problema realmente.
La preocupación fundamental es la longitud del contrato en relación con la incertidumbre de hasta cuando el tobillo de Correa podrá mantenerse saludable. El ex Astros y Twins fue operado de ese tobillo en 2014, mientras jugaba en las menores.
A Correa le insertaron una placa estabilizadora en la pierna en ese momento y aunque le dolió durante un deslizamiento en la segunda base en septiembre de este último año, Correa no ha perdido tiempo de juego específicamente por dicha lesión del tobillo durante las últimas ocho campañas.
En la práctica, Carlos Correa no está lesionado, pero, cuando un equipo asume un contrato por 12 años con un jugador, espera que esté 100 por ciento físicamente y más aún cuando el atleta se acerca a los 30 años.
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Entonces es factible pensar que cuando el torpedero cumpla 35 o 36 años y aún le queden unos cinco años más de contrato, ese tobillo pueda ser un verdadero problema y la organización se vea obligada a pagarle de todas maneras, aunque éste pierda tiempo de juego en la lista de lesionados.
Por el momento el tema queda en el limbo, los Mets buscarán algún tipo de protección legal en las bases del contrato, en caso de que Correa sufra una lesión grave, pero esto no dejaría muy contento al jugador, quien seguramente no estará interesado en cambiar los términos fundamentales de 12 años y 315 millones.
La novela no ha terminado y la última escena parece lejos de estar escrita, así nos mantendremos a la casa de nuevas informaciones para seguir brindándolas a ustedes.
Con información de MLB.com