Al estelar lanzador de Miami Marlins, Sandy Alcántara, se le vio muy enfadado después de ser sustituido en el montículo.
Difícil es ver al diestro dominicano comportarse de esa manera, golpeando objetos con su guante en el dogout y a su vez, mostrándose muy impulsivo.
Es cierto que el ganador del premio Cy Young en la Liga Nacional la pasada temporada, no ha estado este año de igual manera. Es lógico que se sienta frustrado en cada una de las salidas fallidas.
Más en esta recta final de la campaña, donde Miami Marlins necesita que haga un gran trabajo desde la lomita para intentar ganarse un cupo en la postemporada.
Sandy Alcántara, siempre ha sido un atleta disciplinado, tampoco podemos achacarle que en un momento determinado desate su inconformidad y no pueda evitar molestarse consigo mismo.
Todo esto, sucedió en el choque del miércoles en el Petco Park, el hogar de San Diego Padres. El diestro quisqueyano permitió una carrera en el primer inning y luego le recetó cuatro ceros consecutivos a la artillería local.
Pero en la parte baja del sexto capítulo, Alcántara, toleró otras dos carreras por boleto a Manny Machado y cuadrangular de Xander Bogaerts.
No obstante, «Sandman» pudo completar la entrada retirando a los próximos dos bateadores que enfrentó.
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En el séptimo volvió a complicarse, permitiendo un par de imparables y otra carrera. Por lo que fue sustituido por el zurdo A. J. Puk.
En total, Sandy Alcántara lanzó 6.2 entradas, toleró siete hits, regaló tres boletos, abanicó a tres rivales y le hicieron cuatro carreras (todas limpias). En el choque, el dominicano utilizó 105 envíos, de ellos 67 fueron strikes.
San Diego Padres, se llevó la victoria 4×0 y el as de Marlins cargó con la derrota. Ahora Alcántara este año tiene marca de 6-11 y efectividad de 4.16 en 26 aperturas.
Su WHIP es de 1.19 y los oponentes le batean para promedio de .247 (.212 en 2022). Además, cada nueve innings le conectan 8.42 hits y abanica a 7.58 contrarios.
Aunque Alcántara no ha sido bien respaldado ofensivamente por su equipo, tampoco se puede negar que no es el mismo lanzador del pasado año.
En sus primeras 26 aperturas en 2022 exhibía un récord de 12-6 y un formidable promedio de carreras limpias de 2.13. Aunque no se justifica su actuar en el dugout, el pitcher de 27 años de edad tiene motivos para sentirse incómodo en esta campaña.