Este 25 de diciembre se cumplen dos décadas de uno de los partidos que más expectativa propició en la larga historia de la NBA. Fue aquel que enfrentó a Los Angeles Lakers y Miami Heat en el primer duelo entre dos superestrellas enemistadas, Kobe Bryant y Shaquille O’Neal.
Ambos habían sido compañeros de equipo en la franquicia californiana entre 1996 y 2004, período en el cual ganaron tres veces consecutivas el trofeo de la NBA. Sin embargo, una confrontación de egos los había convertido en rivales, cada uno de ellos enfrascado en reclamar el rol de macho alfa.
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La rencilla entre ambos estelares fue el centro de atención de la NBA durante un tiempo, y llegó a su punto clímax en la campaña 2003-2004. El contencioso Kobe-Shaq convirtió el vestuario en polvorín, desmoronó a un equipo poderoso (en sus filas también militaban Karl Malone y Gary Payton), y el mal ambiente hasta llegó a desembocar en amenazas de muerte tras una discusión.
Estaba claro que uno de los dos sobraba en el equipo, toda vez que no existía posibilidad de convivencia. Tan lejos habían ido, que si alguno concedía una entrevista, el otro le ofrecía declaraciones al medio de prensa rival. Y así fue hasta que un día O’Neall salió rumbo a Miami mientras Bryant quedó solo al timón del equipo tras firmar una extensión de 136 millones por siete años.
El duelo que paralizó a la NBA
Llegada la Navidad de 2004 nadie quería perderse un duelo que acabó consiguiendo la mayor audiencia televisiva en la NBA desde 1998. Inclusive Jack Nicholson, quien se solía ausentar en Navidad, ocupó su butaca en la primera fila del abarrotado Staples Center. Y si bien los locales llegaron al último parcial con ventaja de cuatro cartones, el equipo floridano logró forzar el tiempo extra y se impuso finalmente 104×102.
Bryant, que anotó 42 puntos, falló una canasta que hubiera ganado el juego y por ende acabó malhumorado. O’Neal, quien marcó 24 rayitas y sumó 11 rebotes, terminó el desafío con la clásica sonrisa que va de oreja a oreja.
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Económicamente el partido fue un éxito rotundo. Nunca jamás ha habido un juego de Navidad con más índices de rating, y tan felices dejó a los capitostes de la NBA que los dos años siguientes hubo Lakers versus Heat el 25 de diciembre (por cierto, en esas ocasiones también triunfó Miami).
Con el tiempo, qué bueno, las aguas se calmaron, y O’Neal y Bryant se reconciliaron para bien del baloncesto. Tanto, que tras la retirada de los dos, el pivot lanzó un podcast cuyo primer invitado fue la “Mamba Negra”. Y al morir Kobe en 2020, Shaq se deshizo en elogios para el crack tempranamente fallecido.
Unos años después, al desvelarse una estatua en memoria de Bryant, O’Neal dijo que había sido “el jugador más competitivo y el mejor compañero de equipo”.