New York Yankees 2025: ¿Mejores o peores que los de 2024?

Michel Contreras

MLB

La próxima versión de New York Yankees luce más competente que el grupo que alcanzó la instancia decisiva en 2024.

La próxima versión de New York Yankees luce más competente que el grupo que alcanzó la instancia decisiva en 2024.

Voy a empezar por la pregunta que hoy se hacen muchos fans de New York Yankees: ¿El roster de los del Bronx de 2025 es superior al del equipo que compitió el año pasado? Pues mire usted, pienso que sí. Si la integralidad resulta decisiva en esta clase de comparaciones, mi respuesta es (definitivamente) sí.

Sin embargo, siempre hay un pero. Ocurre que vivimos en un mundo donde el resultadismo manda, de manera que para que muchos acepten que la próxima versión aventaja a su predecesora, New York Yankees deberá mejorar lo conseguido en la última Serie Mundial. Es decir, ahora tendrá que ser campeón.

Y eso no va a ser fácil. Para lograrlo habrá que ir de las Escilas de la Liga Americana (Cleveland Guardians, Baltimore Orioles, Houston Astros, entre otros) a las Caribdis de la Nacional (Philadelphia Phillies, Atlanta Braves, San Diego Padres y, por Dios, los mismísimos Los Angeles Dodgers).

No obstante, hay que decir que New York Yankees luce más competente que aquel grupo que milagrosamente alcanzó la instancia decisiva en 2024. Ello, pese a perder a un Juan Soto, quien prefirió cruzar la acera y afincarse en el City Field, partida que dejó un vacío de 40 jonrones y 100 carreras impulsadas.

Hay quien puede asumir esa pérdida como irreparable. El que suscribe, no. El equipo perdió un bate de alto calibre, por supuesto, más ha ganado calidad en su rotación abridora (Max Fried), garantía en el bullpen (Devin Williams) y prestaciones defensivas en el jardín central (Cody Bellinger). Y eso no es poco.

New York Yankees 2025 Mejores o peores que los de 2024

New York Yankees, un equipo más redondeado

El arribo de Fried es capital. Al juntarse con el veterano Gerrit Cole, el zurdo le dará a New York Yankees una yunta sólida para las aperturas, y tras ellos harán fila tres brazos capaces de generar confianza: Luis Gil, Carlos Rodón y Clarke Schmidt.

Mientras, Williams reforzará un relevo que también dispone de Luke Weaver y el reincorporado Jonathan Loáisiga, si bien el grupo necesita de especialistas de la llamada mano equivocada (en tal sentido se trabaja por asegurar el retorno de Tim Hill, hermético durante poco más de tres meses con el uniforme a rayas).

En cuanto a Bellinger, el mejor pelotero del mundo en 2019 llega con el propósito de desmentir la prematura ruina de su flor (pasó de 47 cuadrangulares en aquel año a solo 18 en la campaña más reciente), y consolida el engranaje defensivo de un outfield que dejó qué desear hace unos meses.

La presencia de “Belli” devolverá a Judge a su posición natural en el jardín de la derecha (facilitando el pleno enfoque de la estrella en sus funciones ofensivas), al tiempo que el jovencito Jasson Domínguez redondeará un respetable trío de guardabosques.

Súmese a todo lo anterior la firma de un Paul Goldschmidt que, más allá de su lógico declive, todavía puede conectar 20 jonrones y conserva los buenos oficios que le dieron cuatro Guantes de Oro en la inicial.

Mírese por donde se mire, New York Yankees ha crecido como equipo. Resta más de una decisión por tomar, sobre todo la contratación de un antesalista más potente que el desgastado DJ LeMahieu (se habla de Paul DeJong) y dar una que otra salida como la de Marcus Stroman, ya sin espacio en una rotación perfectamente redondeada.

Pero eso son los toques finales a la obra. De momento, y a despecho de la eterna suspicacia que me provoca el laboreo de Brian Cashman, admito que New York Yankees está superando el examen de temporada baja.

New York Yankees 2025 Mejores o peores que los de 2024

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