Por Andy Lans/ @DeportesAndy
Las historias de migración cubana inundan el béisbol de los Estados Unidos. Cada triunfo en Grandes Ligas de los nacidos en la mayor ínsula del Caribe llena de orgullo a un país devoto de la pelota. Sin embargo, también a niveles inferiores, específicamente en el baseball universitario, encontramos actuaciones sobresalientes de cubanos.
En el caso de Robin Fernández, nos referimos a un claro ejemplo de cómo el talento criollo sacude los diamantes colegiales. El habanero de seis pies tres pulgadas de estatura y 210 libras de peso sobresale en The Sun Conference, uno de los apartados de Asociación Nacional de Atletas Intercolegiales (NAIA, por sus siglas en inglés). Robin aparece entre los 10 mejores bateadores del circuito con .387 de average en 163 veces al bate al momento de la redacción de estas líneas.
El antesalista e inicialista del elenco representativo de St. Thomas University ocupa la tercera posición de la liga en OBP (.512) y la séptima en OPS (1.175). Suma además, 24 extrabases, de los cuales, nueve han sido jonrones. El muchacho de 20 años ha pisado el plato en 46 oportunidades y empujado a 47 compañeros.
NIÑEZ INDUSTRIALISTA
‹‹Al lado de mi casa había un terreno de pelota. Yo siempre jugaba en él con mi papá hasta que a los ocho años comencé a practicar de forma más organizada en Alamar, representando a Habana del Este. Seguía mucho a Industriales, y a peloteros que vivían por mi zona como Wilfredo Aroche, Stayler Hernández y Jokel Gil. Todavía recuerdo el jonrón de Rudy Reyes en playoffs con el Latino lleno.››
NUEVO DESTINO
‹‹Salí de Cuba para el Distrito Federal de México junto a mi familia. Después de un día allí, fuimos para Ciudad Juárez y cruzamos la frontera por El Paso, Texas. Ya en Estados Unidos, tomamos un vuelo hacia Miami. Llegamos en diciembre del 2014. Tenía 12 años de edad. Mi hermano pensaba que íbamos a ver una pelea de lucha libre en México, y yo nunca sospeché que el objetivo era llegar a este país.››
OTRO HOGAR
‹‹Al principio fue difícil adaptarme a la vida en Estados Unidos. Le hice rechazo al inglés, no tenía amigos y no sabía cómo funcionaban las cosas en la escuela. Cuando ingresé en el High School recomencé en la pelota tras de un año y medio sin jugar. Había chicos bilingües en el equipo que me enseñaron poco a poco el idioma.››
UNA BASE SÓLIDA
‹‹Viajé a Venezuela con un Cuba de la categoría 9-10 años. En esa selección y en Juegos Escolares coincidí con varios talentos que después firmaron en organizaciones de MLB como Bryan Ramos (Chicago White Sox), Hansel Otamenti (St. Louis Cardinals), Jonathan Cruz (Milwaukee Brewers), Roberto Campos (Detroit Tigers) y Dyan Yamel Jorge (Colorado Rockies). En High School realicé tryouts, me escogieron y fui regular en el equipo desde noveno grado. Quedé como mejor novato del año.››
LA PELOTA UNIVERSITARIA EN ESTADOS UNIDOS
‹‹Para jugar en la Universidad necesitas coger una beca. Algo bien complicado para los nuevos. Influyen factores extradeportivos como las notas en clases y conocer bien el idioma. El proceso de firma profesional difiere de los prospectos internacionales de República Dominicana. Eres elegible para una firma si tienes tres años de Universidad o 21 de edad. Yo podría hacerlo a partir de 2023. Nosotros a veces trabajamos en el verano para ayudar con los gastos de la familia. En el béisbol universitario, son pocos los que cuentan con agentes. Si bajas el rendimiento académico, no puedes jugar. A veces vamos en el autobús haciendo las tareas de la escuela››
ROCE CON LA TIERRA
‹‹En el staff de la escuela contamos con el cubanoamericano Alex Fernández como coach de picheo. Alex salió campeón de la Serie Mundial con Miami Marlins. El bateo lo entreno en lo personal con Jesús “Chuly” Ametller, ex jugador de Industriales. El Chuly me ayuda mucho en la parte mental. Como ambos somos zurdos, me indica sobre las tendencias de los lanzamientos para bateadores de nuestra mano. A decir verdad, me siento muy bien con él.››
CUBA
‹‹He visitado Cuba tres o cuatro veces desde que vivo aquí. No he ido durante la pandemia, pero tengo pensado regresar este verano. Esa es mi patria, el país donde nací. Allá me crié. Allá jugué pelota por primera vez. Mi abuelos, mis tíos y mis primos están en Cuba.››