Por Juan Páez
Hay quienes ven los Entrenamientos Primaverales como una simple etapa sin importancia que solo vive para prepararse para una larga temporada de 162 juegos por los siguientes seis meses. Pero, contrario a ese pensamiento, el Spring Training sí tiene importancia. Si bien es cierto que los equipos no ganarán un trofeo por liderar las Ligas del Cactus o de la Toronja, es una fase crucial para casi todos los peloteros.
Prácticamente, solo un tipo de jugadores atraviesa la pretemporada con la única meta de alistarse, de entrar en calor y ponerse a tono para el inicio de la ronda regular: las estrellas. En el caso de los cubanos, figuras como José Abreu, Aroldis Chapman o Yulieski Gurriel no tienen de qué preocuparse si no dan siquiera un hit en la primavera, pues tienen asegurados sus puestos en sus respectivos equipos.
Pero en Swing Completo preparamos cuatro casos en los que los Entrenamientos Primaverales son vitales:
1. Prospectos que intentan hacer el equipo por primera vez
Este escenario se da mucho para los antillanos y para cualquier nacionalidad en general. A los peloteros jóvenes con gran etiqueta de prospectos, les toca dejar una buena impresión para ver si sus clubes consideran que están listos y les otorgan un puesto en el roster de 26 (de 25 hasta finalizado el 2019).
Tal es el panorama que afronta, por ejemplo, Luis Robert con los Medias Blancas de Chicago. La Pantera es la tercera mejor promesa de las Mayores y la mejor entre los jardineros, según MLB Pipeline. Muy probablemente, Robert cumplió su misión y estará en el lineup de los patiblancos para el Opening Day. Otros casos de este año: Vladimir Gutiérrez, por los Rojos de Cincinnati, y Yadiel Hernández, por los Nacionales de Washington.
2. Veteranos que quieren probar que aún les queda gasolina
Este es uno de los casos más comunes en el Spring Training: peloteros experimentados que muchas veces firman un contrato de Ligas Menores y que intentan hacer el equipo con una gran demostración en la primavera.
Yonder Alonso es el mejor ejemplo, en su experiencia actual con los Bravos de Atlanta. El primera base, a quien le costó conseguir trabajo, no la pasó bien en sus 11 juegos de pretemporada y apenas dio un imparable en 25 oportunidades oficiales. A estas alturas parece que su permanencia con el conjunto dirigido por Brian Snitker está en vilo.
3. Peloteros en general que intentan ganarse un puesto
En este apartado, hay muchas figuras cubanas. La expansión de los rosters de 25 a 26 jugadores dejó abierta la posibilidad para una buena cantidad de antillanos desde este mismo Spring Training.
Desde Randy Arozarena (con los Rays de Tampa Bay) hasta Guillermo Heredia (con los Piratas de Pittsburgh), pasando por Rangel Ravelo (Cardenales de San Luis). Casos como los de José Adolis García (Rangers de Texas) y Yasmany Tomás (Diamondbacks de Arizona) también son de suma importancia.
4. Nuevas incorporaciones
Cuando un pelotero llega a una nueva organización, sobre todo si es en plan estelar, es primordial que cause una buena impresión, eso para no causar ninguna preocupación ni cuestionamientos sobre lo que podría ser su aporte al menos en el corto plazo. De ese apartado, tampoco escapan los cubanos.
Yasmani Grandal llegó a los Medias Blancas con un importante contrato que le permitirá ser el receptor de todos los días por los próximos cuatro años. Lo mejor de todo es que, pese a jugar pocas veces en los Entrenamientos Primaverales, hizo tronar su bate. José Iglesias, con los Orioles de Baltimore, Néstor Cortés Jr., con los Marineros de Seattle, e incluso Arozarena también forman parte de este grupo.