Orestes Kindelán revela razones de su rechazo por la prensa

Michel Contreras

“El narrador que va a la televisión debe comentar y narrar el deporte en lugar de criticar a nadie”, aseguró Orestes Kindelán.

Orestes Kindelán

La ojeriza de Orestes Kindelán hacia la prensa siempre ha sido harto conocida, pero las motivaciones del slugger santiaguero en tal sentido no son de conocimiento general.

Ocurre que al cuarto bate de la legendaria Aplanadora no le place comparecer ante los medios, si bien por suerte alguna que otra vez se presenta ante el micrófono para sacar a relucir sus opiniones.

Así acaba de hacerlo en la más reciente emisión del podcast “La Terraza” en YouTube, donde no se cayó sus razones “para evitar roces y ofensas” y, por ende, “estar lejos”.

Orestes Kindelán lamenta que haya muchos críticos en la prensa

De acuerdo con Kindelán, “el narrador que va a la televisión debe comentar y narrar el deporte, no criticar a nadie”, y en el beisbol cubano “hay más críticos deportivos que narradores y comentaristas, porque se creen que saben de todos los deportes y no han jugado ni a los yaquis”.

Unas décadas atrás, en torno al llamado “Tambor Mayor” circularon la mar de rumores referidos a sus desavenencias con amplios sectores del periodismo nacional, y ahora el autor de 487 cuadrangulares en los clásicos domésticos ha puesto el dedo en el corazón de la discordia.

“Yo lo que hago es reírme de los comentarios que hacen algunos periodistas sobre que si los jonrones que di fueron con aluminio y no con madera”, confesó Kindelán, para a continuación apuntar que “con los que pude conversar les pregunté: ¿y los demás con qué bateaban? Porque yo no jugaba solo. Había 16 equipos y en todos alineaban nueve jugadores cada día”.

Integrante del trío más famoso de bateadores cubanos junto a Antonio Pacheco y Omar Linares, Kindelán argumentó que “todo el mundo jugaba con el mismo bate, la misma pelota y le bateaba a los mismos pitchers”, y consideró que existen “periodistas que quieren minimizar lo que uno hace”.

De 60 años, el indómito se alzó con numerosos títulos dentro y fuera de casa, con especial destaque para los conseguidos en las citas olímpicas de Barcelona 1992 y Atlanta 1996.

La opinión de Kindelán merece respeto

Sus hazañas en home plate le propiciaron un arraigo profundo en la fanaticada insular, que jamás le censuró su animadversión hacia los profesionales de los medios.

“Ninguno sabe el sacrificio que pasa un deportista para venir a criticar porque le da la gana o porque yo le caiga mal”, dijo Kindelán, convencido de que “cada persona es como quiera ser”.

Antes de concluir, el número ‘46’ más recordado del beisbol cubano reflexionó:

“¿Quién dijo que porque tú seas periodista yo tengo que ir detrás de ti para que me saques en el televisor? No señor. Si para tú sacarme en el televisor yo lo que tengo hacer es ir al terreno y rendir. Es decir, tú vas a vivir de lo que voy a hacer yo. Por eso yo nunca me he llevado con la prensa”.

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