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A finales de mayo pasado, el cubano Oscar Colás (quien había desembarcado en Estados Unidos con vitola de futura estrella) fue despedido por Chicago White Sox, el equipo que lo firmara hace tres años con bombos y platillos.
Así, el corpulento zurdo recibía el golpe más rotundo de un sistema donde no alcanzó a cubrir las expectativas luego de 88 desafíos dirimidos al máximo nivel en un par de temporadas. Si bien pudo recibir más oportunidades, la gerencia de la organización no lo pensó así.
A saber, Oscar Colás se estrenó en la MLB el 30 de marzo de 2023, solo un año después de firmar por 2.7 millones de dólares, y entonces intervino en 75 desafíos con producción de 14 extrabases, cinco de ellos jonrones.
Oscar Colás quedó corto en las Grandes Ligas
Había desentonado (obviamente de él se esperaba más de un vuelacercas cada 49 turnos), y en 2024 tampoco pudo hacerse justicia luego de tomar parte en solo 13 choques y cerrar con anémico slugging de .273.
Eso, sumado a que entonces los Medias Blancas de Chicago redondearon una de las peores campañas de todos los tiempos en la MLB, provocó que su nombre fuera incluido en la purga que siguió al desastre del equipo.
Parecía mentira, pero era lamentablemente cierto. El talento que fue visto como jugador de dos vías en la Serie Nacional de Beisbol, se fue a la pelota profesional japonesa y en 2022 arrolló en todos los peldaños de las Ligas Menores, salía por la puerta del fondo de la franquicia del South Side.
Porque en la MLB de nada valen las cartas credenciales. En Cuba, Oscar Colás había bateado .305 con slugging de .487 a lo largo de tres cursos, pero eso era tan solo agua pasada. En las Menores se lució con promedio de .314 y OPS de .895 entre Clase A Alta, Doble A y Triple A, mas aquello apenas consistía en un lindo recuerdo. La calidad había que probarla frente a la crema y nata, y él no pudo.
Por fortuna, la vida y el beisbol le dieron otro chance (Los Angeles Angels mediante) al que una vez fue bautizado como “Ohtani Cubano”, un atleta en toda regla que podía hacer viajar lejos la pelota, lanzarla a 95 mph y mostrarse solvente en los jardines, lo mismo en las esquinas que en el centro.
2026 podría ser el último tren de Oscar Colás
En efecto, “The Halos” le extendieron un contrato ligaminorista y Oscar Colás recuperó las ganas y los sueños. Pero todo sea dicho, tampoco allí ha podido sacar a relucir lo mejor de su swing.
Se lo resumo: los Angels lo enviaron a su sucursal de AA, le dieron más de 300 comparecencias ofensivas, y el indómito se limitó a slash line de .221/.289/.409, con la friolera de 74 ponches contra 27 boletos.
Dicho esto, el optimismo no es precisamente la sensación predominante cuando se habla de un jugador que cumplirá 27 años este 17 de septiembre. En su caso la incertidumbre manda, y acaso la próxima temporada sea el último tren para un slugger que, de la noche a la mañana, se quedó sin los jonrones que justificaban su presencia en el diamante.
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.