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Aunque las historias de salidas y abandonos tiene el protagonismo en el beisbol cubano, de vez en cuando surgen informaciones de retornos de jugadores, quienes no pudieron alcanzar una firma profesional en el extranjero y vuelven al lugar del cual una vez escaparon. Este 17 de junio se amplificó un caso en particular por todo lo que representa su nombre. Nos referimos al tunero Osmani Urrutia Jr., vástago de la gloria deportiva del mismo nombre.
La periodista Gretel Yanet informó de la situación en la red social Facebook, en la cual plasmó un mensaje de bienvenida, junto a una foto del atleta en cuestión. El jugador puede ser una adición interesante en la nómina de los Leñadores para la 64 Serie Nacional del beisbol cubano, atendiendo a su juventud y proyección futura.
Regreso al beisbol cubano
«¡Es noticia! Osmani Urrutia Jr esta de regreso«, expuso Yanet, quien de esta manera certificó la acción de su coterráneo.
El deportista fue uno de los que salió de Cuba en el año 2021, con un montón de objetivos por cumplir. La partida fue promocionada por los medios independientes, pues varios scouts de MLB se interesaron en el oriental. Las principales virtudes de Urrutia Jr. fueron un bateo de contacto por encima de la media, una velocidad estimable en el corrido de las bases y un potente brazo.
No obstante, el tiempo pasó y la codiciada firma nunca apareció. Esta realidad se transformó en insoportable para el prospecto del beisbol cubano y dio marcha atrás a su camino. La opción de aterrizar nuevamente en su país natal le pareció la mejor y asumió este sendero.
Osmani Urrutia Jr. fue de los beisbolistas con más herramientas físicas y técnicas en su recorrido por las categorías inferiores. La prueba más palpable de esta aseveración ocurrió en el mes de mayo del año 2020, cuando la Comisión Nacional lo ubicó en el listado de los talentos de la disciplina, quienes tendrían una atención diferenciada.
Pasado en los eventos locales
El hijo del campeón olímpico de Atenas 2004 debutó en los torneos nacionales de primera categoría en el año 2021 y defendió la casaca de Las Tunas. En esa oportunidad, Osmani Urrutia Jr. solo gastó seis turnos al bate, en los cuales consiguió dos indiscutibles, para un promedio ofensivo de .333.
Los genes del aludido son de abolengo, ya que su progenitor fue uno de los bateadores más temidos en la pelota cubana y un productor fenomenal de hits. Como botón de muestra baste decir que «Macagua 8» participó en 16 clásicos domésticos y se retiró con un excelentísimo average de .366.
Pero, en el presente el protagonista fue su hijo, el novel jugador que pretendió tocar la posibilidad de establecer un acuerdo contractual con alguna franquicia de MLB pero falló en el intento. La rendición de otras opciones lo inundó y la vuelta a Cuba fue una realidad.
Me llama la atención el uso constante del verbo escapar para cada atleta cubano que decide probar suerte en otro país (casi siempre USA).
Esos deportistas cuando lo decidan pueden retornar y desempeñarse en Cuba ¿ Dónde está la escapada?
¿Por qué no consideran escapados a los atletas de otros países que hacen lo mismo?
La respuesta es está: porque más que la información deportiva, lo que interesa es el mensaje político.
¿Entonces por qué critican tanto al movimiento deportivo cubano por estar conectado con el gobierno?
Made in Swing Incompleto, de Deportivo no tiene nada, pura politiquería barata.
Made in Swing Incompleto, de Deportivo no tiene nada, pura politiquería barata.