Por José Alejandro Rodríguez Zas
Cuando hablamos de béisbol cubano y equipos míticos en Series Nacionales, tenemos que mencionar a la famosa Aplanadora Santiaguera, una temeraria tanda ofensiva que conquistó tres campeonatos de forma consecutiva, en las ediciones 38, 39 y 40 de los torneos domésticos.
Al mando de Higinio Vélez y con peloteros como Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Gabriel Pierre, Rolando Meriño, Norge Luis Vera y Ormari Romero, por solo mencionar algunos, ese equipo literalmente aplastó a cuanto rival se cruzaba en su camino, imponiendo algunos récords ofensivos que aún se mantienen vigentes.
Unos años más tarde, una segunda versión de la Aplanadora vio la luz en la Serie Nacional y también contaba con la presencia de Antonio Pacheco, pero esta vez como director del equipo, con la que alcanzó un récord de 300 éxitos, 176 fracasos y 3 campeonatos (Series 44, 46 y 47)
El «Capitán de Capitanes», como se le conoce a Pacheco, está considerado como uno de los mejores jugadores en la historia del béisbol cubano. Pero tan grande era su talento en el terreno de pelota como sus valores, ética y humanidad y por eso era muy querido por peloteros y la afición en general.
Hubo un hombre que puede no haber sido tan controversial y popular como los mencionados anteriormente, pero que formó parte de las dos versiones de la Aplanadora Santiaguera y fue compañero por muchos años de Antonio Pacheco, además de decidir uno de los campeonatos de Santiago de Cuba.
Hablamos de Pedro Poll Martínez, quién jugó 20 Series Nacionales, ganó seis coronas de Cuba. Entre sus números se destacan 1678 hits, 288 dobles, 95 jonrones, 931 carreras impulsadas y .303 de average ofensivo. Una de sus principales virtudes fue su gran efectividad como defensor de la primera almohadilla y así lo demuestra su elevado promedio de .990, con solo 114 errores en su carrera deportiva.
En una entrevista realizada a la televisión cubana, hace algún tiempo ya, Pedro Poll confiesó públicamente lo que representó Antonio Pacheco para él, en su carrera deportiva, dentro y fuera del terreno de beisbol.
«Antonio Pacheco fue para mi un padre, un amigo, me enseñó muchas cosas de la pelota. Un director que yo se lo contaba todo, amigo, compañero. El nos preguntaba sobre nuestros problemas y que si se podían resolver, lo hacíamos entre todos. Era como una familia, fuera del terreno y dentro del terreno, era una familia esos peloteros de la aplanadora.“
“Cuando el famoso jonrón de Antonio Pacheco que yo estoy en primera y estaba César Valdés, yo le digo: César voy a decidir el campeonato. César me dice: esto lo deciden los grandes. Vino Pacheco y le dio jonrón a Lazo en el noveno inning y quedamos campeones.”
Pedro Poll también comentó cómo se repitió una situación similar, pero en la decisión del campeonato de la Serie Nacional (2004-2005), contra el equipo de la Habana, lanzando Yadier Pedroso en el Guillermo Moncada, dónde Poll fue protagonista.
Entérate lo que dijo en el siguiente video:
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