Pavel Quesada cerca de romperle un récord a Yuli Gurriel, ¿podrá lograrlo?

Por Yirsandy Rodríguez

El cienfueguero Pavel Quesada y el espirituano Yuli Gurriel coincidieron por ocho temporadas defendiendo la antesala en el béisbol cubano.

Todas esas campañas fueron entre 2004 y 2014. En aquellos años, mientras Yuli Gurriel cada vez lucía más imponente como la súper estrella mediática de la pelota cubana por encima del nivel de la liga, Quesada crecía como un jugador talentoso en progreso.

Sin embargo, durante ese tiempo, el antesalista sureño —que también utilizaba el número “10” en su espalda como el Yuli; casi una tendencia de los antesalistas en aquellos años— demoró en ser considerado entre los más estelares responsables de la esquina caliente, hasta que bateó 22 jonrones y remolcó 99 carreras entre 2009 y 2012.

Después de esa irrupción, y batear .322 con dos jonrones y 28 remolcadas en 2013, Pavel decidió probarse a otro nivel fuera de la isla. En 2016 (57 Serie Nacional), regresó a Cuba y comenzó su proceso de repatriación, pero no fue hasta la pasada contienda que logró vestir de nuevo el uniforme de los Elefantes de Cienfuegos.

Ahora, un año después de su reinserción, Quesada está poniendo números prácticamente increíbles en su décima campaña dentro del béisbol cubano: Lidera a los bateadores con promedio de .425, al sumar siete jonrones, 42 remolcadas y un OPS de 1.135 en 232 viajes por el plato.

Sin embargo, más allá de esa impresionante línea ofensiva, el cienfueguero de 31 años está intentando romper uno de los récords más difíciles para un antesalista en esta última década: Acercarse a la intocable marca de .589 OBP (porcentaje de embasado) que dibujó de manera asombrosa con su talento Yulieski Gurriel Castillo, jugando para los Industriales en la 55 Serie Nacional.

Y, claro está, no podemos dejar de recordar las incontables bajas del pitcheo a nivel general en el béisbol cubano, pero, aun así, tanto el trabajo de Yuli Gurriel como este que va desarrollando Pavel Quesada, merecen todo el crédito, porque han sido marcas inigualables en su época.

Con su OBP de .552, que es igual al promedio de embasarse: Incluyendo hits, bases por bolas y dead balls recibidos, Quesada se convertiría en el sexto jugador de esta década con al menos .500 si se mantiene embasándose con este ritmo.

No obstante, para alcanzar el imponente .589 OBP dejado por Gurriel, el antesalista cienfueguero no sólo deberá extender el nivel ofensivo desplegado en sus primeros 51 partidos este año, sino también mantener el ritmo de su enfoque. Normalmente, casi siempre miramos sólo los promedios de los jugadores, pero dejamos a un lado la eficiencia y su disciplina en el plato, que también es capaz de ayudar e influir en la construcción de carreras para el equipo. Y, en este sentido, los resultados de Pavel han sido exquisitos: Tiene apenas siete ponches y 45 bases por bolas acumuladas.

Eso sí, una vez que lo comparas con aquel año de Gurriel en la 55 Serie, hay diferencias apreciables, pues el Yuli se ponchó apenas tres veces y tomó 38 bases por bolas. Pero, de cualquier manera, al analizar las campañas de bateadores con al menos .500 OBP en esta última década, este año que va tejiendo Quesada también sobresale:

Bateadores que han promediado al menos .500 OBP con 175 apariciones en home en esta década (2010 a la fecha) en Series Nacionales:

  • José Dariel Abreu, 50 Serie: .597
  • Yuli Gurriel, 55 Serie: .589
  • Pavel Quesada (resultados hasta este domingo), 59 Serie: .552
  • José Dariel Abreu, 51 Serie: .542
  • Frederich Cepeda, (resultados hasta este domingo), 59 Serie: .530
  • Yunior Paumier, 57 Serie: .516
  • Yadiel Hernández, 54 Serie: .509

De todos ellos, Gurriel (.500 en 2016), “Pito” Abreu (.453 en 2011) y Pavel Quesada esta campaña (.425) han sido los únicos bateadores con al menos .400 de promedio.

Por supuesto, algo en contra de Pavel es que, tanto Gurriel como Abreu, consiguieron esos récords y Quesada deberá luchar por mantenerse. Es cierto que rozar la marca de Gurriel o superar los .500 OBP y .400 de average es casi incontenible.

Pero, faltando un tercio de campaña, parece que la inspiración del cienfueguero y su alto enfoque, podrían llevarlo por el sendero de Yuli Gurriel, uno de los antesalistas más grandes de la historia del béisbol cubano.

Entonces, ¿qué dices? ¿Pavel podrá lograrlo?

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