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Convertido en el pitcher más ganador de las Series Nacionales, Pedro Luis Lazo tiene espacio en la leyenda del beisbol cubano a contrapelo del criterio de algún entrenador que, muchos años atrás, consideró que el muchacho carecía de talento.
La historia de los inicios del ‘Rascacielos Pinareño’ la relató el propio Pedro Luis Lazo en ‘El Show de Swing Completo’.
“Yo empecé en la pelota con ocho años en Minas de Río Feo. Por allá pasó mi primer entrenador, Ángel Forteza, el cual recogió a un grupo de muchachos para hacernos unas pruebas, pero a mí y a dos o tres más nos dijo que íbamos a ir directo para la Pre-Eide”, dijo el hombre que luego sería figura capital en las selecciones de Vegueros y el Equipo Cuba.
Empezó como jugador de cuadro
De acuerdo con el ‘99’, la espontánea captación tuvo lugar por el año 1983 o 1984, y posteriormente de la referida escuela salió un altísimo por ciento de los jugadores que luego integraron las filas del equipo Pinar del Río.
Pero contrario a lo que muchos podrían pensar, Pedro Luis Lazo no empezó su carrera como serpentinero sino como jugador de cuadro.
“Yo jugaba segunda y tercera base, pero un día hizo falta un pitcher y el entrenador me puso a mí”, relató en otro momento del programa. “Pero yo tiraba flojo, lo único que tenía era una buena curva. Sin embargo, me fue bien en ese jueguito y a partir de ahí ya me dediqué a lanzar. Para ese entonces tendría 13 o 14 años”.
Entonces el gigante hizo la confesión más inesperada: “En la EIDE un entrenador dijo que yo no tenía calidad y me botó de la escuela, así que tuve que salir para la ESPA, donde entré gracias a Armando Cabrera, que era su director en ese momento. Allí estuve dos años, y ya en el segundo hice el Equipo Cuba Juvenil”.
Un cegato pasó por alto el talento de Pedro Luis Lazo
De manera que, inexplicable e increíblemente, un supuesto especialista resultó incapaz de advertir las condiciones naturales que asistían a Pedro Luis Lazo, un talento que luego despertaría el deseo de numerosos scouts de las Ligas Mayores.
En el beisbol cubano, el espigado derecho pinareño participó en 20 contiendas y alcanzó 257 éxitos, con 184 juegos completos y 33 lechadas. Su promedio de limpias fue de 3.22, dejó WHIP de 1.21 y le batearon para .245, ponchó a 2426 bateadores y solo otorgó 946 bases por bolas en más de 3200 entradas de faena.
Mientras, con el Equipo Cuba se mantuvo durante 15 años como uno de los rostros más visibles del cuerpo de pitcheo, lo mismo en funciones de abridor que de relevo. Dos veces campeón olímpico, su trabajo en el Clásico Mundial de 2006 resultó clave para el subcampeonato conseguido por la escuadra insular.
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.
Solo me acuerdo de la etapa en la Pre-EIDE Francisco Donatien si más no recuerdo era por los años 83-84, lazo estaba en béisbol, yo en ajedrez con el profesor segundo toste, y Forteza en béisbol. Lazo era largo y flaco, también estaba Vladimir García el que fue cacher en la isla de la juventud, Daniel Lazo, uno que era Pita de apellido, barreras que jugaba de SS y era muy pequeño entre otros. Fue una hermosa etapa pues aprendí ahí mis primeros pasos como independiente. Todavía me conecto con Google maps y veo lo que queda de la escuela y la nostalgia me devora por dentro.
Amo ha este pelotero pinareño