Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com
No ha habido un solo momento en la historia de Matanzas que pueda superar todo lo que está viviendo la provincia desde hace semanas a causa de la pandemia, convirtiéndose no solo en el territorio en la Isla más afectado ampliamente, sino que el descontrol en los centros de salud ha sembrado el temor y la desesperación de los matanceros al ver que mientras más pasa el tiempo todo se pone en peor.
Cuba registró este jueves cifra récord de casos de COVID-19 (6422) y más del 50 % de esos contagios pertenecen a la segunda provincia más extensa de la Isla, Matanzas, siendo Cárdenas y la ciudad capital las de mayor impacto.
Swing Completo tuvo acceso a peloteros residentes en estas urbes con el objetivo de tener más detalles de lo que allí acontece en materia de salud, y sobre todo la influencia dentro de los integrantes de la selección de béisbol y sus familiares.
Por motivos que responden fundamentalmente al temor de regaños y hasta medidas disciplinarias por parte del INDER (ya ha pasado en otras ocasiones por cosas menores), los jugadores que abordamos pusieron como condición mantenerse en total anonimato.
“Esto es algo infernal lo que se está viviendo en la ciudad de Matanzas, porque todos los días salen miles de casos y muchos muertos, más de los que están saliendo de manera oficial, y esto se suma a los que ya se contagiaron días atrás. Mi primo está ingresado con su esposa y lo que se vive en el hospital yo nunca imaginé que pasara aquí. Son demasiadas personas y no hay ni personal ni espacio para que todos puedan tener la mejor atención”, dijo uno de los integrantes del cuerpo de pitcheo de los actuales subcampeones de la pelota cubana.
“Ahora mismo a nadie le importa la pelota ni la Serie Nacional que viene, ni siquiera a los jugadores. Primero hay que ver cómo se sale de esto que cada día se vuelve más complicado y después, no sé cuándo, y tampoco creo que se pronto, se verá lo que pasa con el equipo. Así piensan todos los jugadores con los que he hablado, y ese es el pensamiento también de los fanáticos, no porque yo les pregunte sobre eso, sino porque ellos lo único que hablan contigo es de lo grave que está todo, que si el virus, que si los problemas económicos. Nadie está para pelota en Matanzas, y eso va a durar bastante”, continuó diciendo el jugador que reside propiamente en la principal ciudad de la occidental provincia.
Otro miembro de los Cocodrilos, en este caso ya retirado, nos comentó sobre la crisis total que acontece en Cárdenas, la segunda ciudad en importancia del territorio.
“No hay palabras que describan lo que se está viviendo aquí. La gente está desesperada, porque es el virus por un lado, que está afectando y matando a mucha gente y tú ves que se sale de control de los médicos y las autoridades, pero a eso hay que sumarle los problemas de casi todo el mundo para comprar comida y medicina. Ni en el período especial se vivió una situación tan crítica como ésta y lo peor es que la gente no se sabe cómo se va a salir de esto”, dijo el ex pelotero, quien luego agregó:
“Gracias a Dios mi familia y yo estamos salido ilesos de contagiarnos, pero tengo muchos amigos y hasta vecinos que están aislados y algunos me han dicho que no la están pasando bien allí, porque las condiciones están lejos de ser lo que antes tú veías como algo normal. Es como esas películas de guerra o lo que se veía en otras partes donde había enfermos por todo el hospital, hasta en los pasillos, con pocos médicos y enfermeras que se volvían locos no solo porque no podían con todos, sino por se quedaban sin medicinas y otras cosas necesarias para la gente”, expresó este ex jugador cardenense entre la preocupación, la molestia y la consternación.
En ambos casos estuvieron de acuerdo con recibir ayuda del extranjero, tanto material como personal médico que pueda reforzar el trabajo de los especialistas de la salud cubanos que no han podido controlar una situación que cada día se torna peor.
“No importa de dónde venga la ayuda, sean cubanos de Miami o de donde sean, médicos de Estados Unidos, de Europa o de Alaska, lo que hace falta es que acaben de abrirle las puertas a toda a esa gente que de buena fé quiere ayudarnos y acabemos de dejar a un lado esa bobería política, porque con ese orgullo lo único que vamos a lograr es que se perjudique más el pueblo. Ahora es cuando hay que demostrar lo que tanto se habla públicamente y olvidarse de dónde viene la mano, sino que esa mano va a ayudar a gente inocente que está sufriendo”, así dijo un destacado veterano del béisbol con quien uno de los miembros de Swing Completo pudo conversar por teléfono desde La Habana, después de conocer que se encontraba bien de salud.
En estos tres casos y en la mayoría de los matanceros que han hablado sobre el tema, la entrada de cientos de extranjeros al polo turístico de Varadero, especialmente muchos rusos, fue una de las principales causas del brote masivo en Matanzas y Cárdenas. Hay que recordar que muchos residentes en esas ciudades trabajan en la red hotelera en la que es evidente no se cumplieron con rigor muchos de los protocolos sanitarios. La gente se hace hincapié en los rusos por ser la mayor cifra que ha accedido al territorio y por tener todavía un contagio elevado pese a que hace rato iniciaron su proceso de vacunación.
Lo cierto es que ni La Habana, que por meses fue la provincia más afectada, se acerca ahora a lo que sucede dentro de Matanzas, pues a esta cuestión habría que sumar que en la llamada “Atenas de Cuba” la inmunización de la población no ha sido masiva como en la capital del país.
Mas ahora no es tiempo de buscar el por qué ni el cómo ha explotado todo desde el punto de vista sanitario, sino de cómo dijo uno de los ex peloteros entrevistados, cerrarle las puertas al orgullo y el capricho político, ya ni siquiera para reconocer todo lo que no se ha podido hacer mejor, o simplemente lo que ya no es posible hacer por carencia de material humano y económico, sino de abrírselas a todos los que individual y colectivamente quieran ayudar. Cuando se trata de algo tan grave como lo que se vive en Matanzas y en Cuba en general, la vida de millones inocentes es lo único que tiene que por encima de todo, tiene que importarle a todos.