Por Boris Luis Cabrera
Clasificar para los Juegos Olímpicos es uno de los retos más grandes del béisbol cubano en los últimos tiempos. Aunque lograr el boleto parece una utopía en este minuto teniendo en cuenta el bajón cualitativo que han tenido nuestras selecciones nacionales, producto de múltiples factores que han atacado su desarrollo que van desde grandes emigraciones de sus principales estrellas hasta problemas económicos; los dirigidos por Miguel Borroto saldrán a dar pelea al campo de juego.
Esta semana ha comenzado la preparación de los preseleccionados en el estadio Latinoamericano de la capital y aunque la mayoría de los titulares y sus sustitutos ya tienen nombre, una férrea lucha por el último cupo de los jardineros ya está pactada sobre el césped.
No es un secreto para nadie que Alfredo Despaigne y Frederich Cepeda no tienen rival en la pradera izquierda y Roel Santos se perfila como el jardinero central por excelencia de esa selección, entonces, ¿Quién será el cuarto jardinero?
Un trio de jóvenes con características similares (zurdos, rápidos, productores de líneas, de buen brazo y defensivos) son los candidatos: el santiaguero Yoelkis Guibert y los capitalinos Alberto Calderón y Yhosvani Peñalver.
Solo uno de ellos podrá tener el privilegio de vestir los colores del equipo Cuba para el preolímpico, a celebrarse el próximo mes en Phoenix, Arizona.
¿Cuál de ellos hará más falta dentro de ese equipo? ¿Se inclinará la balanza por el impacto que dejaron en la recién finalizada Serie Nacional o va a decidir su forma deportiva actual según los parámetros que arrojen en estos entrenamientos previos?
Esas respuestas por supuesto que no la tenemos, pero lo que si podemos hacer es ilustrar a los lectores sobre su comportamiento individual en esta campaña para que despojándose de sus pasiones provinciales, puedan valorar con justeza cuál de ellos llega a este punto con mejores credenciales para hacer el grado.
Según esta tabla comparativa con estadísticas elementales podemos ir encendiendo algunas luces en el oscuro campo de las dudas.
Como vemos, Guibert marcha a la cabeza en la producción de extrabases, lo que arroja un mayor sluggin (484) y aunque tiene menos veces oficiales al bate es el mayor impulsador de este trio (45). Calderón, además de robar más bases (7) y exhibir un mejor promedio a la defensa (986), conectó más dobles (17) y tuvo un mejor porciento remolcando compañeros en posición anotadora (31.13) y Peñalver es el de mayor average ofensivo de los tres (350), se embasó más (452 OBP) y tiene el más alto OPS (910) con un mejor porciento de bases robadas al ser sorprendido una sola vez en cinco intentos.
Hasta aquí puede haber muchas opiniones encontradas, cada uno de ellos muestra números interesantes que lo ha llevado hasta allí, pero si escarbamos un poquito más adentro en ese mundo de las estadísticas, un nombre sale a relucir por encima de los demás: Yhosvani Peñalver.
Partiendo de la base que el muchacho del Cerro tiene el mayor average ofensivo de todos los guardabosques y que en la segunda etapa del campeonato compiló para 379, solo superado en toda la Liga por César Prieto (398) y que además dejó una huella al participar en todos los desafíos de su equipo Industriales, podemos ir armando este rompecabezas.
Según un artículo del escritor y analista sabermétrico Yirsandy Rodriguez en el sitio BaseballdeCuba.com, hay varios puntos donde Peñalver destroza a sus contendientes. El colega, expone que ninguno de ellos conectó tantos batazos de línea (77) y recuerda que Peñalver promedió 405 contra los lanzadores de su mano, solo superado en ese acápite en el campeonato por el camagüeyano Leonel Segura (409)
Pero lo que es verdaderamente interesante, según el estudio de Yirsandy, es su bateo de élite (average que se toma en cuenta ante los mejores lanzadores de Cuba) al conectar 22 imparables en 55 turnos al bate (400), solo superado en la liga por Frederich Cepeda (420) y Yordanis Samón (421), donde sus oponentes Guibert (58-16, 276 AVE) y Calderón (43-9, 209 AVE) andan muy distantes.
Por si esto fuera poco a pesar de haber jugado el 99% de las entradas de su equipo, en el artículo que hacemos referencia lo ponderan como el segundo en su posición por el Factor de Rango con 2.26 (suma de los outs y las asistencias por cada nueve entradas jugadas), por detrás del tunero Andrés Quiala (2.27)
Con estos elementos podemos hacernos una mejor idea de las credenciales que muestran estos tres excelentes peloteros antes de comenzar la etapa de entrenamiento. Como siempre el elegido causará polémicas porque ninguna estadística es completa y nuestros propios gustos personales pesan mucho en estas decisiones. Pronto lo sabremos.
Nos vemos en el estadio.