PITCHEO: Récords irrompibles, cubanos en Grandes Ligas

Por Juan Páez No cabe duda de que el béisbol no es ajeno al progreso. El deporte de bates y pelotas ha cambiado y sigue haciéndolo. Por ejemplo, la manera de ver el juego, de dirigir y de mover las piezas se ha tornado más cuidadosa y detallista. Uno de los aspectos que más alteraciones […]

Por Juan Páez

No cabe duda de que el béisbol no es ajeno al progreso. El deporte de bates y pelotas ha cambiado y sigue haciéndolo. Por ejemplo, la manera de ver el juego, de dirigir y de mover las piezas se ha tornado más cuidadosa y detallista. Uno de los aspectos que más alteraciones ha visto es el pitcheo.

Por eso hay récords que quedarán para la historia, casi imposibles de romper o empatar, y los cubanos no escapan de esa realidad en Grandes Ligas, sobre todo luego del penoso fallecimiento del as de la armada antillana, José Fernández.

Luego de la muerte del derecho, ningún isleño ha emergido como figura estelar en un staff de abridores.

En SwingCompleto repasamos tres marcas que resultan prácticamente irrompibles entre cubanos en una campaña de la Gran Carpa:

1) Los 264 ponches de Tiant en 1968: La mejor temporada en la ilustre carrera de Luis Tiant le dejó el récord de más abanicados para un cubano en una zafra de las Mayores, un registro que luce lejísimos para cualquier lanzador.

El orgullo de La Habana tuvo un año legendario con los Indios de Cleveland en el 68, quedó quinto en la votación al Jugador Más Valioso y fue a al primero de 3 Juegos de Estrellas, gracias a esos 264 ponches, 9 blanqueadas, 21 triunfos y efectividad de otra galaxia, en 1.60.

Son apenas cuatro antillanos los que han tenido una ronda regular de al menos 200 abanicados en el big show: Tiant, Camilo Pascual, Mike Cuéllar y el desaparecido Fernández, la esperanza cubana para instalarse como uno de los mejores serpentineros de esta época.

Fue Fernández quien más se le acercó al “Tiante”. En 2016 retiró a 253 contrarios por la vía del tercer strike, apenas 11 menos que el legendario isleño, que logró su récord con los Indios de Cleveland. Al menos por ahora, tal marca se mantendrá intocable.

2) Las 27 victorias de Luque en 1923: Ganar 20 juegos en una temporada es cada vez más inusual. De hecho, el último hombre con al menos 25 victorias fue Bob Welch, en 1990 con los Atléticos de Oakland.

Ese historial dice que Adolfo Luque mantendrá intacto su récord de más triunfos para un antillano, alcanzado en 1923 con los Rojos de Cincinnati.

Entre isleños, solo hay cuatro con, como mínimo, un torneo de 20 compromisos ganados: Luque, Cuéllar, Pascual y Tiant.

3) Los nueve blanqueos del “Tiante”: Quizás este sea el récord más imposible de los tres.

Debido en gran parte a contrarios multimillonarios que comprometen a los lanzadores y los convierten en piezas súper valiosas, es poco común ver hoy a escopeteros con más de dos blanqueos en una misma temporada.

Tiant, de nuevo en su mejor campaña (1968), se convirtió en el cubano con más lechadas en una zafra, con nueve.

Esa vez superó los ocho que registró Pascual en 1961. Liván Hernández es quien se le acercó más en el nuevo siglo, al lograr tres en 2002.

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