Por Yasel Porto
En medio de las decisiones de varios peloteros cubanos de romper sus convenios con ligas profesionales al quedarse en Estados Unidos se ha generado todo tipo de especulaciones de la situación con cada uno de los contratados en México y Japón.
EL lanzador granmense Lázaro Blanco fue el primero en anular su vínculo oficial, en este caso con los Saraperos de Saltillo de México, luego de no abordar el avión desde Miami para esa ciudad y dar declaraciones a varios medios donde confirmó que rompía definitivamente con la Federación Cubana de Béisbol.
Por su parte el también pitcher capitalino Andy Rodríguez llevaba varios días perdido del hotel y sin que existiera comunicación con él por parte de algunos compañeros de equipo y las autoridades cubanas y de los Halcones de Softbank. Fue hoy que se confirmó oficialmente que el talentoso cerrador de Industriales se quedó en Miami tras no abordar el avión con destino a la llamada tierra del sol naciente.
A partir de este estado de suspenso con los contratados, que en la mayoría de los casos tuvieron que esperar varios días aquí en Florida porque su pasaje de regreso a México o Japón no era hasta el cierre del torneo preolímpico (a excepción de Blanco y Carlos Juan Viera), los comentarios y especulaciones fueron tomando fuerza e incluyeron también al destacado pitcher camagüeyano Yariel Rodríguez.
El veloz diestro de San Serapio estaba en boca de muchos sobre si había tomado el mismo rumbo de Blanco y Andy, a partir de sus condiciones y el buen papel que había hecho en el juego que lanzó contra Canadá, elementos que habían generado mucho interés en los scouts para aumentar las ofertas de firmar con una organización de Grandes Ligas.
Y es una total realidad que fueron muchos los interesados en Yariel que hasta le propusieron romper con Japón y comenzar su trayectoria en el béisbol profesional estadounidense.
Pero el “gallero” desestimó cada una de ellas y se acaba de confirmar que abordó su vuelo a Asia en horas de esta mañana, en un viaje que primero aterrizó en la ciudad de Atlanta y que posteriormente lo lleva a la capital japonesa.
En esa misma situación aparecen los lanzadores pinareños Liván Moinelo y Raidel Martínez, además del slugger Alfredo Despaigne, quienes ya abandonaron territorio estadounidense tras varios días en espera de su retorno a Japón. En el caso del granmense pudo aprovechar para ver y compartir con algunos amigos que residen en el sur de la Florida como el ya retirado intermedista santiaguero Héctor Olivera.
De esta manera, con la confirmación del viaje de Yariel y la salida de Blanco, el único representante de los toros en este equipo cubano que jugó el preolímpico se erige como el principal abridor del béisbol cubano en la actualidad, aunque habrá que ver qué cuándo es el próximo evento internacional y todas las realidades de aquí a ese momento.
Aún con la calidad manifiesta de Yariel muchos consideran que tuvo una utilización equivocada por parte de Armando Ferrer dentro del preolímpico, no solo por estar fuera de uso en el partido de apertura frente a Venezuela sino a que tampoco fue designado como abridor del segundo encuentro. En ese duelo contra Canadá fue puesto como relevista de Carlos Juan Viera en la misma entrada inicial después de un castigo excesivo de la ofensiva norteamericana sobre el tunero, y la actuación del agramontino hasta que salió en el séptimo capítulo fue bien meritoria.
En Japón lanza con los Dragones de Chunichi, su segunda temporada en una de las ligas más poderosa del mundo. Desde su debut evidenció su talento aunque este año apenas ha lanzador par de juegos con 11.2 innings y 10 ponches, más efectividad de 3.86. El pasado año tuvo balance de 3-4 y PCL de 4.11 en 11 encuentros.
Conocido como “El gallero de San Serapio”, el tirador de 24 años debutó con la selección nacional en los Centroamericanos y del Caribe de 2018 y la mayoría de sus actuaciones han sido favorables, incluido su relevo ante Canadá en el torneo premier 2019.
Dentro de la Isla su mejor temporada fue la 2019-2020 en la que fue el líder de pitcheo de los Toros de Camagüey que disputaron el título frente al campeón Matanzas. Dejó registro de 8-4 y 2.90 de efectividad, muy superior a lo acontecido en la campaña más reciente en la que por estar en Japón casi ni tuvo actuación. Desde que empezó en 2015-2016 tiene números en la pelota cubana que todavía no son extraordinarios y que por un protagonismo que debe ir en aumento en ligas foráneas tal vez nunca suban demasiado.