Por Ernesto Amaya
Carlos Emilio Pelegrín fue uno de los talentos del béisbol cubano elegido para integrar el listado de 34 peloteros amateurs que podían firmar por equipos de Grandes Ligas.
Sus condiciones físicas y técnicas le auguran un futuro prominente en el mejor béisbol del mundo, ya que posee las herramientas necesarias para imponerse.
Pelegrín, en su escaso paso por la pelota nacional integró varios equipos Cuba en las categorías sub 15 y juvenil que asistieron a los Panamericanos de Aguas Calientes, México y al desarrollado en Panamá, respectivamente.
Desde hace unos meses se encuentra en la República Dominicana con el afán de perseguir sus sueños y ser un jugador de Grandes Ligas.
¿Cómo recibes la noticia de tu inclusión en el listado de los 34 peloteros cubanos autorizados a firmar por equipos de Grandes Ligas?
“Todo sucedió muy rápido, yo estaba entrenando en la preselección del sub 23.
«Recuerdo que llegué al barrio y mi papá me estaba esperando en la casa de un vecino, me llamó y lo primero que me dijo fue felicidades y me asombré, al rato me comentó que estaba en el listado de 34 peloteros amateurs liberados para poder firmar con equipos de las Grandes Ligas.
Fue algo inesperado porque por mi mente jamás pasó algo así y de verdad que me costó creerlo”.
¿Por qué decides irte?
“Fue una decisión muy difícil pero mi sueño siempre ha sido jugar Grandes Ligas. Por un momento pensé que se podía hacer realidad al estar entre los seleccionados, pero al cerrarse el acuerdo me afligí un poco porque pensé que ese sueño no se me iba a cumplir.
“Esperé unos meses para ver si se reanudaba, pero con el paso de los días me di cuenta que era imposible y tomé la decisión de salir de Cuba para buscar mi meta y ayudar a la familia.
“Ahora estoy en Dominicana sacrificándome y entrenando fuerte para poder lograr mis propósitos”.
¿De todos los logros que obtuviste con cuál te quedas?
“He tenido la dicha de integrar varias selecciones nacionales, pero nada se compara con el oro obtenido en el campeonato nacional juvenil.
«Desde que iniciamos la competencia nos propusimos ganar y con el director Mario Luis Valle que nos dio mucha confianza lo logramos.
Mi mayor orgullo es ser campeón nacional”.
¿Qué diferencias has visto desde que llegaste a Dominicana?
“Creo que en Cuba se tienen que modernizar un poco, nos hemos quedado atrás. Solo se entrena con condiciones cuando tienes la posibilidad de integrar un equipo nacional.
No quiero decir que en las provincias no se trabaje, pero no es igual, faltan muchos implementos y eso atenta contra la calidad.
Sin embargo, salen muchos peloteros buenos.
Aquí es otra cosa, cuentas con todo para desarrollarte”.
Algún momento incómodo en tu carrera
“Cuando quedamos campeones del juvenil fue como si no hubiésemos ganado nada porque ni un almuerzo, que era lo mínimo, nos hicieron. Mi sorpresa fue ir para el servicio militar, no pude ni compartir con la familia.
“Cuando terminé la previa fui directo para la preselección del Cuba y apenas me preparé.
Lo poco que hice se lo agradezco a Abel López (Abelito) que iba dos veces por semana a la unidad a entrenarme y con su ayuda pude mantener la forma, eso nunca lo voy a olvidar”.
¿Si se normalizaran las relaciones FCB-MLB estarías dispuesto a jugar por Cuba?
“Sería el primero en dar el paso al frente porque es mi país, el que me vio nacer y desarrollarme, estoy en deuda, si algún día las cosas cambian no me lo pensaría dos veces”.