CONGELÓ A BOSTON: Randy Arozarena fue demasiado RÁPIDO Y FURIOSO para Red Sox

Daniel De Malas Andreu

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Por Aliet Arzola Lima ¿Se puede anotar desde segunda base con un roletazo al cuadro? La verdad, es bastante poco probable, al punto que los largos libros de consejos beisboleros no recomiendan lanzarse a esa especie de suicidio, salvo que seas Randy Arozarena y vayas por los diamantes a dos o tres velocidades por encima…

Por Aliet Arzola Lima

Si tienen dudas, contacten con los peloteros de los Red Sox, ellos les van a relatar el capítulo amargo que vivieron este martes frente a sus fanáticos en el Fenway Park. Xander Bogaerts, torpedero All Star, y Bobby Dalbec, uno de los principales talentos de Boston, les dirán justo como dos usuarios de Twitter que, justo después de ver al cubano volar por los senderos escribieron: “Don´t sleep on Randy” y “Just Randy being Randy”.

Llevado al español más coloquial, esas frases tienen un significado muy simple: “dejen la bobería con Randy, que les pinta la cara”.

Esa es justo la sensación que nos queda cuando vemos en acción al pinareño, quien literalmente enciende las turbinas y se cuela por el hueco de una aguja. Así sucedió este martes en la sexta entrada del duelo entre Rays y Red Sox: con dos outs y pizarra cerrada (5×3 para Tampa), Randy se encontraba en la intermedia por un doble, y desde allí llegó a salvo a la goma con un roletazo lento al campo corto del receptor venezolano René Pinto.

La conexión fue muy débil, tanto que Xander Bogaerts tuvo que internarse en la yerba interior para fildear y soltar rápido a la inicial para intentar liquidar la entrada, pero su tiro se enterró y Bobby Dalbec solo pudo retener a duras penas. La jugada en primera fue quieto, pero lo peor para Boston estaba por llegar…

Randy dobló por tercera a la velocidad de la luz y Dalbec, desesperado y en una posición no tan favorable, disparó a la goma infructuosamente, porque el antillano corrió más que la pelota y llegó safe sin ninguna dificultad.

Esa jugada, fruto de la explosividad sin límites de Arozarena, tuvo muchísimo valor, porque abrió el marcador 6×3 y decretó la explosión del abridor de Boston, Nick Pivetta. Después, el relevo de Boston permitió al menos dos anotaciones más.

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