Por Franco Miguel Alvariño
El impulso que “El Cohete” Randy Arozarena le otorga a la ofensiva del Tamba Bay Rays, pocas veces nos detenemos a observarlo. El cubano, sin dudas, resulta de los que más aporta a la causa del conjunto de la bahía de Tampa. Durante el choque que enfrentaba a los Rays ante el Kansas City Royals, Randy remolcó la séptima y definitiva carrera de su equipo tras conectar fly de sacrificio
Cuando se jugaba el cierre del cuarto capítulo, Arozarena abanicó un lanzamiento en cutter de Jacob Junis a 83 millas por hora y levantó un elevado a las manos del jardinero derecho de los Reales, el también cubano Jorge Soler. En definitiva, el batazo devino en fly de sacrificio, pues Kevin Kiermaier aprovechó para marcar otra rayita.
Los Rays marcaron tres carreras en el cierre de la primera entrada, misma cantidad que fabricaron par de innings después y en el cuarto capítulo sellaron la victoria a su favor. A Kansas City no le bastó con las dos que consiguieron en el sexto y Tampa se llevó las acciones con pizarra de 7×2 en su casa, el Tropicana Field.
En lo que va de temporada, el actual MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Americana ostentaba solamente un fly de sacrificio antes del partido de hoy. Además, el pasado 2020 solo había remolcado en jugadas de este tipo una vez, por lo que no es común en él los llamados sacry fly.
Durante su carrera de tres temporadas en Grandes Ligas, el pinareño ha remolcado 38 carreras en temporada regular. Solo en este 2021 anda por 26 y todavía no sabe lo que es sacrificarse con toque de bola en el mejor béisbol del planeta.
Otra cosa fue la postemporada. Conocido es su papel protagónico en los pasados play off, con 10 jonrones en 20 juegos, con frecuencia de un cuadrangular cada 9.1 veces oficiales al bate. Con varios récords para un año de postseason, el cubano también se convirtió en monarca de los indiscutibles con 29 en la fiesta de otoño.