Por Alejandro Varela
Si el final de mayo y los primeros días de junio significaron un ligero bajón para el cubano Randy Arozarena, la anémica racha de 13-1 entre tres partidos llegó a su fin este viernes en el mismo primer capítulo del duelo entre los Tampa Bay Rays y Chicago White Sox.
El jardinero pinareño brindó una exhibición de la fuerza y velocidad de su swing al conectar una recta de 96 millas por ahora en dirección opuesta a su mano de batear. La línea salió desprendida del madero a 103.4 mph y cayó a 362 pies del otro lado de la cerca del Tropicana Field para hundir al abridor rival David Martin y ponerlo debajo 0-4 en el marcador.
Arozarena le pegó sin piedad a la bola para registrar su sexto homerun de la temporada y sumar sus remolques 22 y 23, pues encontró en primera base a su compañero Harold Ramírez. De esa forma, alcanzó a Kevin Kiermaier y al dominicano Manuel Margot al frente de los casilleros de cuadrangulares y e impulsadas, respectivamente, en el conjunto floridano.
Y por si fuera poco, se quedó en solitario como líder en hits del equipo tras romper el empate a 48 que sostenía con el también quisqueyano Wander Franco.
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Aunque está fuera de discusión que Arozarena ocupa un rol clave en la alineación de Tampa Bay, su ofensiva ha estado inestable en lo que va contienda. Eso sí, los seis vuelacercas comenzaron han llegado desde el 9 de mayo hacia acá, al igual que 15 de sus 23 impulsadas, lo que representa un indicador de que su rendimiento comienza a tomar vuelo.
Ah, ¿recuerda esa breve mala racha de la que comenté al inicio? Pues aquel único indiscutible en 13 turnos fue otro descomunal batazo que sirvió para romperle la lechada a Jon Gray (Texas Rangers) el pasado miércoles. Todo un show, Randy. Sin más, le dejamos su sexto bambinazo del año.