Por Robiel Vega
Después de 13 años de ausencia en la cita bajo los cinco aros, el béisbol volvió al Olimpo y aunque mucho se extrañó la presencia de un equipo representativo de nuestra isla en la justa, lo cierto es que no faltó la presencia cubana en el podio de premiaciones.
Raúl Valdés, nacido en La Habana hace casi 44 años, debutó en 1996 con «Los Vaqueros» en Series Nacionales, haciendo un trío de abridores inolvidable junto a José Ibar y Lemay de la Rosa, que llevaron a esa provincia a estar entre las mejores de todo el país.
Tras 6 temporadas, dos de ellas de 13 o más victorias, el zurdo de la antigua provincia Habana, abandonó el país y en el año 2005 firmó para la organización de Chicago Cubs, pero no fue hasta 2010, con los New York Mets, que debutó en Grandes Ligas.
Tras 5 temporadas y un paso intermitente, en 2014 vio acción por última vez en la MLB, pero sólo para continuar su peregrinar por diversos países y equipos a lo largo de su extensa carrera.
Dominicana, Japón y México, son algunos de los destinos por los que este trotamundos del béisbol ha dejado su huella de gran calidad. Pero sin dudas ha sido en Quisqueya, donde mayores logros ha conseguido.
Con los distintos representativos de esta isla cercana a Cuba, Raúl Valdés ha estado presente en 6 ediciones de la Serie del Caribe, con balance de 4 victorias y una derrota y logrando el título en tres de ellas (2010, 2012 y 2020).
Nacionalizado dominicano, este veterano de mil batallas representó al país que lo acogió en todo el proceso clasificatorio para los Juegos Olímpicos y allí logró el primer éxito de su equipo en el torneo, ante Puerto Rico, allí permitió dos limpias en siete entradas y ponchó a 7.
En su segunda salida ante Canadá permitió cuatro carreras en siete capítulos, pero no tuvo decisión. En total Valdés terminó con un PCL de 3.86 en el torneo y 12 ponches propinados en 14 entradas de labor.
Ya en el torneo olímpico, Valdés tiró cinco entradas y dos tercios en las que solo permitió una carrera contra Corea del Sur, aunque salió sin decisión luego que el relevista Luis Felipe Castillo no pudo retener la ventaja.
En el partido por el bronce, ante el propio equipo coreano, Valdés volvió a tomar la pelota y aunque no estuvo en su mejor jornada, su equipo mostró una ofensiva brutal, para dominar a los anteriores monarcas, 10 anotaciones por 6.
El zurdo cubano había permitido 2 carreras en las 4 primeras entradas, pero en la quinta fue castigado duramente y sin poder sacar outs, cargó con las 4 carreras del inning, dejando el partido con desventaja de 6×5.
A pesar de eso, su equipo respondió con un rally histórico de 5 carreras en la octava, para remontar el partido y lograr así alzarse con el metal bronceado, primera medalla en Juegos Olímpicos para Dominicana, no sólo del béisbol, sino en cualquier deporte colectivo. Sin dudas un tremendo resultado.
No hubo sorpresas en la tabla final, los medallistas fueron los ganadores de los clásicos mundiales, Japón, oro, Estados Unidos, plata y República Dominicana, bronce, demostrando que hoy por hoy, a nivel de selecciones, son los tres mejores equipos del mundo.
Para República Dominicana fue el quinto metal en estas Olimpiadas, 3 de plata y 2 de bronce y se ubican en la posición 65 del medallero por países. Para Cuba, que siempre estuvo entre los finalistas en cada una de las primeras 5 ediciones (1992-2008), Raúl Valdés representanta que, al menos bajo otra bandera, el béisbol de la isla está presente en el podio olímpico una vez más.