La voz autorizada de René Arocha no tuvo reparos a la hora de afirmar en “El Show de Swing Completo” que su compatriota Germán Mesa habría podido jugar el campo corto en el mejor béisbol del mundo.
“Yo vi un montón de peloteros a lo largo de mi carrera y creo que Germán Mesa hubiera podido jugar en Grandes Ligas”, dijo el exlanzador oriundo del ultramarino poblado de Regla. “Fildeaba mucho y además a la hora de batear no era nulo. Tampoco era de .300, pero daba sus batazos, tocaba la bola y robaba bases”.
La polémica entorno a Germán Mesa recorre caminos que van de lo político a lo deportivo. Algunos lo acusan de simpatizar con el sistema en el poder, y otros apoyan el criterio de que fue un pelotero sobrestimado.
Pero René Arocha, quien lo tuvo detrás cuando lanzaba con Industriales, no se afilia en ninguno de esos bandos cuando toca valorar las opciones ligamayoristas del legendario Germán Mesa.
“A la hora de fildear, el bueno lo hace lo mismo en China, en Japón, en Tucumán o en el placer. A la hora de batear puede haber diferencias, pero el que c0ge rollings, se desplaza o tira bien, lo hará en cualquier terreno. Y eso era lo que hacía él”, señaló.
Germán Mesa encabezó una hornada de grandes torpederos cubanos
Más adelante, el primer pelotero que abandonó un equipo Cuba en el extranjero sostuvo que, aparte de Germán Mesa, el béisbol cubano de los años 80 y 90 tuvo otros torpederos que también pudieron haber jugado como profesionales, y en ese sentido citó los casos de Eduardo Paret, Giraldo González y Evenecer Godínez.
“Por d*sgracia -añadió- ellos no se probaron en esa pelota, algo que por ejemplo sí hizo Rey Ordóñez”.
Precisamente Ordóñez, quien ganó tres Guantes de Oro en la MLB, ha sido uno de los críticos más incisivos del número 11 de los equipos capitalinos y nacionales.
“Yo tengo tres veces más brazo que Germán Mesa”, declaró el año pasado el otrora paracortos de New York Mets en el “Noticiero con Swing”, donde también afirmó que aquellos saltos que daba Germán Mesa a la hora de tirar a primera no le habrían permitido sacar outs en Grandes Ligas.
Mesa y Ordóñez coincidieron en las Series Nacionales en un momento donde el segundo hacía sus pininos mientras el otro ya era una figura establecida.
De acuerdo con Ordóñez, ese período fue nefasto para él, pues entonces solamente podía salir al campo cuando su homólogo fingía una lesión para no jugar. La situación se extendió por espacio de dos años, hasta que Ordóñez decidió ‘desertar’ durante las Universidades de Búfalo 1993.