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Con un primer tiempo de vértigo, el Barcelona volvió a vencer al Real Madrid (ahora 4×3) y aumentó a siete puntos su ventaja en la cima de La Liga a falta de tan solo tres jornadas.
Los equipos más importantes del fútbol español llegaron al choque dominical en Montjuic con media Liga en juego. Al Barcelona le bastaba un empate para mantener el colchón de cuatro puntos de ventaja de cara a la recta decisiva. El Real Madrid tenía la obligación de llevarse la victoria a domicilio.
Anímicamente, ninguno de los dos comparecía con el fuelle a tope. Los blancos llegaban de rendir una temporada frustrante, y los azulgranas, de ser eliminados de modo dramático por el Inter de Milán en Champions.
Entre las decisiones más polémicas de la previa del partido se contaba la de mantener a Szczesny como portero titular pese a la disponibilidad de Ter Stegen. Y tan temprano como en el minuto 4, el meta polaco llegó a tarde para frenar a un Mbappé que se había aprovechado del error en control de Cubarsí.
El Barcelona volvió a empezar perdiendo
El referee marcó penal, el VAR lo refrendó, y el ariete francés subió el 0x1 a la pizarra. La arrancada local era mala, y fue peor aún diez minutos más tarde cuando el propio “Donatello” se quedó solo ante la cabaña rival y cruzó el balón ante la salida del arquero.
Otra vez, como en los dos duelos contra el Inter, al Barcelona le tocaba estar dos goles por detrás. Pero al igual que entonces, los jóvenes del cuadro catalán asumieron la adversidad como un estímulo para prodigarse en el ataque.
Primero Courtois (de cumpleaños hoy) repelió la sutil volea de Lamine. Después Ferrán no alcanzó a empujar un pase enven*nado de Íñigo Martínez. A seguidas, un mis*l de Gerard Martín fue a duras penas desviado a corner por el belga del Real Madrid. Y justo por ahí llegó el descuento de los anfitriones al minuto 19 por la vía de un cabezazo de Eric García, en franco idilio con el gol.
El festival de goles no tardó en proseguir y lo hizo mediante Lamine, que recogió un pase de Ferrán y disparó con rosca al palo largo.
Era el minuto 32. Al 34’ el Barcelona redondeó la remontada tras un balón interceptado por Pedri, quien se inventó una preciosa diagonal para Raphinha: lo que vino de inmediato fue el control y el remate cruzado por bajo del ‘11’ brasileño.
El partido era de locos, y lo fue todavía más al 45’ con una nueva diana de Raphinha, quien le birló la pelota a Lucas Vázquez, se recostó a Ferrán y tomó la devolución de este para batir a quemarropa a Curtois.
“El Barcelona le ha metido (de momento) DEICISEIS goles al Real Madrid en los 4 clásicos de esta temporada”, escribió MisterChip en su cuenta de X.
Así se llegó al descanso, entre la locura de las tribunas y las inevitables polémicas de un Clásico: que si el segundo de Mbappé partió de una falta sobre Lamine, que si el del empate blaugrana vino de un control dudoso de De Jong, que si Tchouameni debió ser expulsado al derribar a Ferrán en una acción donde el valenciano era último hombre…
Una segunda parte tibia del Barcelona
Al regreso llegaron los reemplazos. Luka Modric y Brahim ingresaron por los de la capital española, y un poco más tarde lo hicieron Christensen y Balde por el bando de la Ciudad Condal.
El encuentro tomó cordura a partir de ese momento. Las acciones se calmaron, el dominio fue alterno, y por ese camino hubo mar en calma hasta el 70’ cuando Íñigo erró un pase, Vinicius habilitó a Mbappé y este cerró el hat-trick, confirmándose como Pichichi.
Con el score 4×3, la cancha se estremeció de nuevo. Courtois volvió a vestirse de héroe en más de una ocasión, una mano de Tchouameni se salvó milagrosamente de ser sancionada, el joven Víctor Muñoz perdonó la igualada justo al 89′, Fermín López firmó un jugadón individual que se anuló por uso de la mano, y al escucharse el silbatazo postrero quedó claro que La Liga 2024/25 irá a parar a las vitrinas del Barcelona.