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Una de las leyendas más grandes que pasaron por la segunda base en el beisbol cubano, Rey Vicente Anglada, confesó que el primer deporte que practicó en su infancia fue el fútbol.
Las declaraciones tuvieron lugar en una conversación con Swing Completo donde el inolvidable jugador y manager explicó que había sido extremo derecho, algo que “hacía bastante bien”.
“En el fútbol jugué en una liga que hasta tuvo partidos por televisión”, contó Anglada. “Recuerdo que entrenábamos en la Ciudad Deportiva y los equipos eran Las Cañas, Mordazo, Dinamo y Churruca, que era el mío. Se trataba de un torneo abierto donde lo mismo había niños que adolescentes”.
Al final el beisbol pudo mas en Rey Vicente Anglada
No obstante, la cercanía de su casa con el estadio Latinoamericano terminó invirtiendo la ecuación para de esa manera darle paso al nacimiento de una de las carreras más aplaudidas del beisbol cubano.
“Yo nací a dos cuadras del Latinoamericano, allí desarrollé toda mi infancia. Y como cubano al fin, al final el beisbol fue lo que me gustó más”, dijo.
En cuanto a sus primeros pasos en la pelota, Anglada sostuvo que habían sido “jugando al taco y a lo que hoy le llaman Baseball Five, que es el cuatro esquinas”, y que posteriormente comenzó en el beisbol organizado.
“La cosa iba de campeonatos regionales, provinciales y nacionales (relató), y yo jugué en la primaria, me destaqué un poco y me captaron para la Eide y de ahí seguí para la Espa”.
El mítico número 36 de La Habana se estrenó al máximo nivel en la duodécima edición de los clásicos domésticos y desde el primer momento sentó las bases del juego emocionante y pimentoso que lo caracterizó.
Brillante a la defensa y en el corrido de las bases, Anglada mejoró poco a poco a la ofensiva, se ganó el corazón de la fanaticada y ocupó espacio en los Equipos Cuba que asistieron a los Mundiales de 1976 y 1978, los Centroamericanos y del Caribe de Medellín 1978 y los Panamericanos de Puerto Rico 1979.
La terrible suspensión de Rey Vicente Anglada
En medio del estrellato, con 29 años de edad fue suspendido y encarcelad* bajo la acusación de venta de partidos, algo que él negó tajantemente y jamás pudo ser probado.
Cumplido el castigo de casi tres años, Anglada se reincorporó a la sociedad haciendo labores de electricista y camionero. Pasado el tiempo, las autoridades del país intentaron reivindicarlo (en clara aceptación del error cometido con él) al permitirle regresar a los diamantes como director de Industriales, primero, y de la selección nacional, seguidamente.
La afición capitalina no solo menciona a Rey Vicente Anglada entre los grandes jugadores de su historia beisbolera, sino como uno de los mentores más capaces que pasaron por los dugouts del estadio del Cerro. Para muestra está el botón de los títulos nacionales logrados por el 36 en las campañas de 2003, 2004 y 2006.
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.