Cosas como esta ocurren en muy raras ocasiones, que un bateador se ponche y ni el árbitro, ni el equipo contrario lo notara, no es algo que vemos con frecuencia; pues algo así le ocurrió al tunero Yordan Álvarez, algo que, por suerte, no tuvo mayores consecuencias.
El designado de los Astros, en la baja de la tercera entrada, se enfrentó por segunda vez al abridor Rich Hill, en su primera oportunidad había remolcado la primera del choque con rolling a primera base con hombres en primera y segunda y esta oportunidad, el poderoso zurdo le tocaba abrir tanda.
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Hill abrió con dos curvas la primera a 69 MPH y la segunda a 70, en ambas ocasiones Yordan las dejó pasar y el conteo se puso en un strike y una bola. El primer swing del cubano llegó con el tercer envío de Hill, una slider adentro a la que le pegó muy mal, elevando por la zona de tercera pero imposible de atrapar. Con el cuarto lanzamiento llegó lo inexplicable: el lanzador de los Red Sox le soltó un cambio de 83 MPH que el umpire cantó y aunque debió ser el tercer strike, Yordan no se retiró.
Ni siquiera los comentaristas del encuentro lo notaron, a pesar que el conteo mostrado por la transmisión televisiva estaba correcto. Ningún miembro de los Medias Rojas reclamó, ni el lanzador, ni el receptor, que deberían estar más al tanto del conteo, cayeron en la cuenta, en lo que fue un verdadero ponche fantasma.
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Finalmente, con otra slider y tras propinarle tres strikes a uno de los mejores bateadores de las Grandes Ligas, Hill dominó por segunda vez a Yordan en rolling a primera, completando el out con el propio lanzador que fue a cubrir la base.