Cuando se nombra a Omar Linares, se está hablando del mejor jugador que pasó por las Series Nacionales, y de eso da fe todo el que vio al portento en los diamantes. Nunca, ni antes ni después de él, la contienda doméstica pudo blasonar de un pelotero tan completo.
Donde quiera que actuaba Omar Linares hubo siempre montones de scouts salivando por conseguir la firma del cinco herramientas pinareño. Uno de ellos era un hombre de notable corpulencia llamado René Gayo, descendiente de cubanos emigrados que vio la luz en Miami y se crió en Chicago.
Como atleta, Gayo solo pudo llegar al nivel Rookie de Cincinnati Reds debido a que los problemas de rodilla le troncharon la carrera. Sin embargo, después se hizo scout y su prestigio se lanzó gracias a la capacidad de reclutar por bonos bajos.
A su paso por Cleveland Indians, el equipo adquirió los servicios de Roberto Hernández, Jhonny Peralta, Willy Taveras, Rafael Pérez y Héctor Luna. A Pittsburgh Pirates le sirvió en bandeja las prestaciones de Starling Marte, Gregory Polanco y Alen Hanson.
Tanta fama alcanzó su ojo clínico, que en 2016 le encomendaron la función de coach de banca de la selección estadounidense ganadora del campeonato panamericano Sub-18. Hoy, rebasados los 60 abriles, ejerce como entrenador de bateo en St. Louis, una escuela secundaria católica en Lake Charles, Louisiana.
A Omar Linares daba MIEDO verlo en el terreno
Hecha esta presentación, cito la estremecedora confesión que me hizo Gayo en entrevista para Cubanet.
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“Ante los equipos cubanos de pelota había que quitarse el sombrero. Les sobraba talento y tenían mucho espíritu. Eran los mejores y esto lo dice alguien que firmó a 37 big leaguers”, dijo antes de enumerar a algunos de los elementos que más lo impresionaron.
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“Me acuerdo de Lázaro Valle, Omar Ajete, del ‘Tifón’ Rolando Arrojo, que de haber llegado joven a la MLB podía haber ganado unos 300 juegos al igual que José Ariel Contreras. Pero el pelotero más impactante que vi en Cuba fue Omar Linares”.
Llegado a este punto, el avezado cazatalentos hizo un alto para definir al número 10 de los Vegueros. “A mí se me aguaban los ojos al ver a Omar Linares. Todo el mundo habla de Hank Aaron pero yo nunca vi a un pelotero así en el terreno. No había nada que no pudiera hacer.
Los scouts usamos una escala de 20 a 80, siendo 50 el promedio de Grandes Ligas. Pues bien, el jugador que yo vi era un corredor 60 y ya no estaba en su apogeo; en brazo tenía 80 y lo podían poner como 90, un grado nuevo; el poder era 80, el bate también… Más que gusto, a Omar Linares daba miedo verlo en el terreno”.
Concuerdo 100% con este prestigioso scout .El pelotero más talentoso q ha pasado por Cuba en años.Me atrevería a decir q Martin Dihigo antes y Omar Linares después del 59 han sido los mejores peloteros cubanos de la historia.Espectaculares jugadores.Pero este niño Linares no tiene comparación, así q no me lo comparen con más nadie no prueben más fuerza pq no jugo MLB.
Menos mal alguien autorizado da fe q en esa época de linares pacheco y kindelan no era de dudar q jugaban en la gran carpa y con creces dominicana x citar ha tenido peloteros en el top diez de la gran carpa xq cuba no si había calidad y linares estoy seguro q jugaba xq jugaba q no pudo ser perfecto la historia la escribieron otros y tienen su mérito pero no hay q ser científico p saber q esa generación del equipo cuba jugaba q dice q Germán no sacaba out cuando saltaba en MLB también lo sacaba era su estilo así como los demás jugaba parte jugaba pestano todos al menos en triple a q unos se iban a destacar mas q otros obvio