La Serie Nacional de Béisbol en Cuba…luego de la barbarie

Por Alexander García Milián Resulta un hecho y no es noticia que la memoria es traicionera, más cuando de béisbol se trata, pues a estas alturas pocos recuerdan ya la debacle del equipo Cuba en el Premier 12. Con las sutilezas de siempre, el aparato propagandístico pone ladrillo sobre ladrillo y el “clásico” Santiago- Industriales, […]

Por Alexander García Milián

Resulta un hecho y no es noticia que la memoria es traicionera, más cuando de béisbol se trata, pues a estas alturas pocos recuerdan ya la debacle del equipo Cuba en el Premier 12.

Con las sutilezas de siempre, el aparato propagandístico pone ladrillo sobre ladrillo y el “clásico” Santiago- Industriales, con más morbo que otra cosa es el móvil idóneo para edificar el nuevo muro de la egolatría y pasar página de una vez.

Pero es así y ya alertábamos sobre esto, Cepeda puso a tiritar al Latino con su jonrón ante Camagüey y sus ponches en Asia se los llevó el viejo alemán que ronda silencioso por ahí, el Alzheimer.

Incluso, ahora al escribir este artículo comprendo como nunca que así sea para gritarle al árbitro o tan solo para matar el tiempo, la gente ira al estadio y aunque sean tres gatos dirán que son miles; la cosa adquiere otro calado, va en las venas del cubano discutir de pelota, debatir, polemizar, aunque el torneo doméstico se haga añicos y vaya al piso, esta dinámica seguirá.

Si Rosa Luxemburgo alegó una vez- socialismo o barbarie- ahora el contexto permite esgrimir – profesionalización o barbarie- y pido permiso a la célebre intelectual polaca.

El hecho de utilizar esta analogía me impone otra interrogante- ¿estamos ante o después de la barbarie? – la incertidumbre crece pues pienso que la barbarie da sus gritos de guerra, está ahí bien cerca, a veces creo que nos inundó; Barranquilla, Lima, Premier 12, son muchas cosas.

¿Y después de la barbarie? – es una aguda reflexión- me digo y pienso en que el hilo es muy fino, en ocasiones nos sumergimos de lleno en el lodo, luego sacamos la cabeza para boquear un poco siquiera, pero la sensación de asfixia queda ahí.

Medito un poco y pienso que después de la barbarie vendrá la nada, el silencio, la soledad, el morbo intenso que sacudirá todo, la pelota vivirá como nunca de los ecos del ayer pero aquí estaremos hablando y la gente seguirá ahí viviendo de eso.

Nos vemos a la vuelta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *